Agricultura

Jardín Botánico BUAP participa en Estrategia Global para la Conservación Vegetal

Redacción La Campiña

PUEBLA, MÉXICO.- Las plantas son el capital de la biodiversidad y la sostenibilidad planetaria. Sin embargo, se prevé que hasta dos tercios de las especies vegetales del mundo están en peligro de extinción, debido a la destrucción de sus hábitats, el saqueo y la comercialización ilícita.

Por esta razón, uno de los objetivos del Jardín Botánico Universitario (JBU) de la BUAP es la conservación de plantas nativas del estado de Puebla y de la protección de especies arbóreas amenazadas, incluida la propagación de árboles raros, como Pseudosmodingium barkleyi (de la familia Anacardiaceae), Fouquieria leonilae (familia Fouquieriaceae) y Beaucarnea olsonii (familia Ruscaceae), especies recientemente descubiertas en la entidad.

En este sentido, el JBU participa en la Estrategia Global para la Conservación Vegetal (EGCV) o Global Strategy for Plant Conservation (GSPC), en colaboración con la Asociación Mexicana de Jardines Botánicos (AMJB, A.C.) y otras asociaciones internacionales, como Botanic Gardens Conservation International (BGCI) y The Morton Arboretum.

Entre estos esfuerzos destaca la obtención del Inventario florístico del estado de Puebla, del cual se pueden obtener los “Hotspots” (lugares con altas concentraciones de especies endémicas y que enfrentaban altos grados de amenaza) que servirán para hacer recomendaciones para la protección de las zonas de alta diversidad.

Los investigadores de este espacio catalogaron la vegetación y determinaron que Puebla tiene cerca de 6 mil especies de flora, de las cuales 50 por ciento son de utilidad económica. Los resultados de este proyecto pionero se encuentran plasmados en el libro Flora del estado de Puebla, coeditado por la BUAP y UNAM.

“La semilla es una estructura de diseminación de las plantas, dentro de ella está latente un embrión que cuando percibe las condiciones ópticas, como humedad, cantidad de luz y temperatura adecuada, germina y genera una plantita nueva”, expresa Carlos Alberto Contreras Paredes, profesor investigador del JBU.

Por lo anterior, “nosotros estudiamos cuál es la condición óptima para el desarrollo de la planta, cuánto dura viable un embrión dentro de la semilla y además cómo establecer cultivos in vitro que nos permitan enriquecer los bancos de germoplasma, por ejemplo, a través de una estructura vegetativa”.

El curador es quien enlista las especies en peligro y después se efectúa una salida de campo para la recolección de las semillas, las cuales se trasladan a la unidad de propagación para determinar si requieren mayores cuidados. De ser así, en el laboratorio se someten a la técnica de cultivo de tejidos, o bien se emplean otros métodos de conservación de germoplasma, como el banco de semillas.

EL APUNTE

Para tener una especie de copia de seguridad del material genético de especies amenazadas, el Jardín Botánico dispone de una colección de germoplasma, la cual se inició en 2018 con apoyo de Botanic Gardens Conservation International. La colección resguarda 10 especies y más de 40 mil semillas.

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