Buen Café

Café de México, ante el reto de orientar su comercialización en condiciones justas

Es prioritario buscar esquemas que propicien estabilidad en el mercado cafetalero

Redacción La Campiña

MÉXICO.- La cafeticultura mexicana enfrenta el reto prioritario y urgente de orientar su comercialización local, nacional y de exportación hacia condiciones sustentables, justas y competitivas, pues ello incidirá sobre el ingreso y bienestar de las 500 mil familias productoras del aromático, presentes en cuatro mil 500 comunidades de 14 estados de la República, con predominancia en Chiapas, Veracruz, Puebla y Oaxaca, afirmó el subsecretario de Autosuficiencia Alimentaria de la Secretaría de Agricultura y Desarrollo Rural, Víctor Suárez Carrera.

Al encabezar la 33 conferencia del ciclo Autosuficiencia alimentaria e innovación tecnológica, que realiza la Secretaría de Agricultura, indicó que mejorar las fórmulas de intercambio del café a favor de estas familias –cuya producción es de pequeña escala y muchas de ellas de pueblos indígenas— es clave para las economías regionales y también para cuidar nuestro ambiente.

Fotografía: Especial

El café cultivado bajo sombra, abundó, ofrece valiosos servicios ecosistémicos, como la captación y retención de agua de lluvia y la captura de carbono. Es prioritario, dijo, buscar esquemas que propicien estabilidad en el mercado cafetalero, el cual es altamente volátil y lleno de incertidumbres.

LA PANDEMIA

El director ejecutivo de la Organización Internacional de Café (OIC), José Sette, habló de los efectos de la pandemia sanitaria en el mercado mundial del café –el cual implica una oferta de más de 165 millones de sacos de 60 kilos anuales-.

Destacó que desde diciembre de 2019 se observaron trastornos significativos, como la interrupción de la tendencia de aumento de la demanda global y bajaron las ventas de los mercados de especialidad, pues las cafeterías estuvieron cerradas o con restricciones por los confinamientos. Aunque de forma compensatoria se elevaron las compras de café por internet y la población siguió consumiendo en sus casas, agregó.

Del lado de la oferta, dijo el brasileño Sette, “hay efectos negativos que se notarán todavía mucho después del final de la pandemia”, pues se redujo la disponibilidad de mano de obra, se cerraron negocios y hubo pérdida significativa de ingresos en la cadena, lo que afectó la inversión y el mantenimiento de las fincas”.

A la situación anterior, expuso, se suman daños en la producción provocados por sequías y heladas en Brasil y Centroamérica, con afectación en la oferta, sobre todo en el rubro de los cafés denominados “otros suaves arábigas”, al cual pertenece México.

En ese marco, “los precios se recuperaron significativamente, sobre los 200 dólares por cien libras, pero es difícil pensar que los buenos precios persistirán indefinidamente”, anotó.

A DESTACAR

Hacia el 2030 se prevé que la demanda global de café sume 200 millones de sacos, esto es, 20 por ciento más que los 167.6 millones actuales.

México –con una producción anual de 4 millones de sacos y número 10 como productor de café en el ranking mundial— enfrenta el desafío de ser parte de las naciones que atiendan la demanda particular de cafés finos.

 

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