Buen Café

El problema de los tostadores de café

Héctor Rodríguez

PUEBLA, MÉXICO.- La mayoría de la gente tomamos café, pero aunque la mayoría lo tomamos pocas han probado el verdadero sabor del aromático, pues muchas cafeterías y marcas, aunque te venden café puro no es café recién tostado.

¿Qué queremos decir con esto?

Los granos de café conocido como oro o morteado, que son los granos que están listos para ser tostados, pueden tener miles de variables para determinar si es un buen café o no lo es. Primero la semilla, de qué variedad es, el lugar específico donde se siembra, la altura, la lluvia, la humedad, si le echan fertilizante o no, si es que le echan, de qué tipo; el cuidado del campesino le pone a cada planta, cómo lo cosechan, el despulpado, si es en seco o con agua; el secado, si es en secadora o al sol y el morteado, si es con morteadora o a mano. Además de otras variables que no mencionemos aquí.

En este punto es cuando comienzan los problemas de los tostadores.

Primero el café oro, pues cada uno tiene preferencias personales y de cómo es mejor para el tostador que tiene además de cómo se comporta el mercado de cada uno de ellos.

Después de que cada tostador tiene los granos que va a tostar, cómo lo va a tostar, si es con gas o eléctrico, la temperatura, el tiempo, la cantidad de café por carga de tostador, cómo se enfría, si será torrefacto, etcétera.

El café torrefacto es una variedad de café que se obtiene tras someter al grano a un proceso de tostadura utilizando azúcar. La técnica del torrefacción permite la utilización de granos de café de baja calidad.

Por fin, al tener ya el café tostado, una de las cosas más importantes es la relación entre el tiempo que pasa entre tostar el café, molerlo y prepararlo, ya que el café tostado empieza a perder propiedades como el aroma y el sabor automáticamente después de terminar del tostarlo.

Esto quiere decir que aunque el consumidor compre café colombiano de la “mejor calidad” o el más caro, si es café que lleva en bodega un año, es muy posible que ese café no sepa mucho mejor a cualquier otro café comprado en el supermercado  mucho más barato y de menor calidad.

Parece ser que dentro de todas las variables que existen para determinar si un café es bueno o no, ésta es una de las más importantes, aunque no la más importante.

¿Y cuál es la más importante?

Es sin duda lo que a ti te guste. Si el consumidor prefiere Nescafé con leche a un café recién tostado pues él lo decide. Los “especialistas” pueden determinar cuál es el mejor café, el mejor barista y hasta hay concursos internacionales para eso; pero si a ti que lo tomas te gusta o no, nadie puede decidirlo por ti.

A todos nos ha pasado, creo. Vas a una cafetería y compras un café carísimo que termina sabiendo a cáscara de haba y le tienes que poner mucha azúcar para que no sepa tan mal y a lo mejor es un muy buen café, pero es café que tostaron hace mucho tiempo y por tanto ya perdió mucho sabor y aroma.

Pero esto a los dueños de las cafeterías o regularmente a los corporativos dueños de cadenas no les importa, pues ellos seguirán vendiendo.

El mejor café lo determinas tú subjetivamente, esperamos que con esta nota te demos alguna herramienta para decidirlo.

CONTACTO: lcchectorrodriguez@gmail.com

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