Sabemos de antemano que el café es una de las bebidas más complejas, importantes e interesantes no solo por su historia y proceso, sino porque mundialmente, el café es la segunda bebida más consumida después del agua.
México es el 13° país productor de esta planta a nivel internacional, y el primer productor de café orgánico del mundo. Tan solo Chiapas, Veracruz y Puebla son los principales estados productores, y aun así, México no es el principal consumidor de esta bebida ni entra en el ranking de los 10 o 20 primeros países consumidores.
Finlandia, y en general los países de la Unión Europea, se encuentran como los principales países consumidores de esta bebida, mientras que en Latinoamérica, Brasil es el principal bebedor del café y muy por abajo México, encontrándose en el lugar número 54, según encuestas mundiales.
Pero, a pesar de estos datos ¿México puede llegar a subir unos escalones para ser uno de los principales consumidores del café? Aunque México es el primer productor de café orgánico del mundo, hemos visto que eso no asegura que sea el que más lo consume.
Por otro lado, el fanatismo por el café, no solo por beberlo, sino por compartirlo, conocer, estudiar y aprender su proceso, se ha vuelto una tendencia muy marcada los últimos años. Arraigado a este fanatismo, se la anexan una serie de tecnicismos que parecieran buscan la finalidad de romantizar esta bebida con el fin de hacer mayor su consumo:
CAFÉ DE ESPECIALIDAD
Este término fue utilizado por primera vez en 1978, en Francia, y se refería a “aquellos granos producidos en microclimas geográficos especiales con perfiles de sabor únicos”, según Erna Knutsen.
A lo largo de los años este término se ha vuelto mucho más complejo y requiere de más pasos para ser catalogado como café de especialidad, pero básicamente se refiere al cuidado excesivo que se requiere para cuidar, producir y cosechar el grano desde la semilla hasta el tostado. Para eso, los granos de café deben ser 100% arábicos.
CAFÉ DE AUTOR
Al igual que el vino, el cine, la cerveza, el “autor” puede estar presente en a café. Decir “café de autor” significa básicamente agregarle una autoría a un valor, lo que significa que tiene una identidad única. En la actualidad, es muy común ver cafeterías que ofrecen su propia marca de café y se denominan así mismos “café de autor”.
CAFEBRERÍAS
Anteriormente, existían solo las librerías o bibliotecas donde exclusivamente se iba a leer, después aparecieron los cafés que incluían un pequeño librero donde se podían coger revistas o libros usados para leer, ahora, existen las cafebrerías, que son la mezcla de ambos: espacios que fusionan el café y la literatura. En la actualidad son muy cotizados y la Ciudad de México está repleto de ellos.
No te sientas acongojado cada que vistes una cafetería y escuches estos términos, mejor explora, en Puebla están creciendo lugares acogedores donde puedes empezar a adentrarte en el mundo del café.
