Agricultura

Cinco razones por las que el aguacate mexicano es el “jugador más valioso” del Super Bowl

Para este domingo 11 de febrero, se estima un consumo de por lo menos 75 mil toneladas de aguacate proveniente de México

Redacción La Campiña

MÉXICO.- El aguacate mexicano juega un papel protagónico en las mesas del Super Bowl, el mayor evento deportivo de Estados Unidos y cuando se presenta tradicionalmente el más alto consumo de este fruto en ese país. Para este domingo 11 de febrero, se estima un consumo de por lo menos 75 mil toneladas de aguacate proveniente de México, lo que significa el punto culminante de un largo camino de suma de esfuerzos para la investigación y desarrollo tecnológico y científico en el campo.

De esta forma, en el cuadro de jugadas detrás de este touchdown del aguacate mexicano, hay cinco factores clave que lo posicionan en los mercados de Estados Unidos y el resto del mundo:

  1. Buenas prácticas de sostenibilidad. Garantizar la sostenibilidad es una necesidad imperante en la agricultura moderna. Desde la gestión eficiente del agua, la reforestación y la regeneración de suelos hasta la minimización de residuos, estas prácticas no sólo preservan el medio ambiente, sino que también aseguran la viabilidad a mediano y largo plazo de la industria aguacatera y de otros productos.
  2. Innovación científica y tecnológica. Siguiendo la línea de buenas prácticas de sostenibilidad y con base en la ciencia e innovación tecnológica, Corteva ha logrado soluciones para que los agricultores protejan sus cultivos de manera más efectiva y con menor impacto al ecosistema, controlando insectos, plagas y enfermedades mediante el desarrollo de productos bio-racionales cada vez más amigables y acordes a las necesidades que exigen los mercados. Estas soluciones verdes, incluyen moléculas sostenibles para la protección de cultivos que, combinados con productos fitosanitarios o productos de protección de cultivos, exigen bajo nivel o nulos residuos y permiten un manejo integrado de plagas, logrando mejores prácticas de manejo agronómico, lo que se traduce en una agricultura más limpia y responsable.
  3. Protocolos y estándares para la producción y exportación. Todo el aguacate mexicano que llega a Estados Unidos cumple con rigurosos protocolos y estándares de calidad e inocuidad. Esta relación de trabajo entre ambos países contempla la continua participación de expertos certificados de organismos e instituciones que verifican las huertas productoras y validan aspectos que van desde bitácoras de aplicación, frutos libres de residuos, la calidad, tamaño y aspecto del fruto; el cumplimiento de requisitos sanitarios para la recolección y manejo de los productos, hasta el cuidado y garantía de seguridad y sanidad para los trabajadores involucrados en los procesos, tanto en el lugar de trabajo, como en el acceso a la seguridad social y condiciones de trabajo digno y formal que respalden el bienestar de todas las personas que colaboran en el sector.
  4. Trazabilidad del producto. Gracias a un riguroso sistema de seguimiento y revisión desde la siembra, hasta el envío a Estados Unidos, cada uno de los aguacates mexicanos pueden ser rastreados en caso de ser necesario. El uso de la tecnología y la digitalización permite que, con los códigos en las etiquetas de cada fruto, se identifique la huerta de origen, el árbol del que proviene, qué productos se aplicaron (cuidando que cumplan con formar parte del portafolio autorizado) y se dé seguimiento a cualquier tipo de situación que pudiera afectar el cumplimiento de los requisitos de exportación o al resto de la producción.
  5. Cuidado de la cadena de valor. Gracias a la innovación en los eslabones de producción, empaque, exportación y atención al mercado nacional, el aguacate mexicano ha alcanzado la posición de liderazgo. La colaboración entre sectores y organismos involucrados, así como el seguimiento regulatorio puntual de los lugares a donde se exporta o se consume, ha logrado el posicionamiento actual y el impulso a las comunidades donde se cultiva, como es la generación de 70 mil empleos directos y 300 mil indirectos (de acuerdo con SENASICA), además de abrir camino a otros productos, como las frutillas o frutos rojos.

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EL APUNTE

El aguacate mexicano ocupa una posición de liderazgo con una producción estimada en un millón 900 mil toneladas anuales y una perspectiva de crecimiento a 2030 de 3 millones 600 mil toneladas (de acuerdo con SADER), lo que garantiza la continuidad de esta historia de éxito del campo mexicano.

Con información de Corteva Agriscience 

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