Buen Café

PanAlma, cafetería con sentido social e inclusiva que es una oportunidad de vida

La mayoría de los insumos son elaborados por personas con Discapacidad Intelectual

Magdiel Olano

PUEBLA, MÉXICO.- En la casona de la calle 6 Sur 309, justo en el Callejón de Los Sapos, en el Centro Histórico de la capital de Puebla, hay un lugar que invita a beber una taza de café, una tizana o probar una rebanada de pan. Pero además de su exquisito sabor hay algo que hace que estos alimentos pasen de ser especiales a extraordinarios: son preparados por personas con capacidades diferentes.

Se trata de Panalma, una cafetería donde las salsas, el pan de elote, el pollo y en general la mayoría de los insumos que son utilizados para preparar todas las comidas que ofrece la carta, son elaborados por personas con Discapacidad Intelectual  (DI).

Fotografía: Magdiel Olano

El establecimiento como tal nació hace poco más de un año en el contexto de la pandemia, pero Panalma comenzó a cocinarse a fuego lento unos cuatro años atrás, a manos de jóvenes con DI, tal como explicó a LA CAMPIÑA Angélica Thalía Attar Contreras, fundadora de Panalma y presidente de Quiero Aprender por una Vida Digna AC.

Quiero Aprender por una Vida Digna es una fundación poblana surgida hace diez años donde se les enseñan oficios a personas con capacidades diferentes, para explotar sus habilidades y demostrar que con la capacitación adecuada puedan aprender a ser independientes.

Entre otros talleres laborales, imparten computación, matemáticas, lectoescritura, panadería y gastronomía,  justo de donde surgió  Panalma, con apoyo de practicantes de las carreras de cocina.

En el taller laboral de gastronomía habrá chicos que sean muy buenos dentro de cocina, hay otros que son excelentes en limpieza, lavando trastos o recibiendo a los clientes. Cada quien va a tener un talento y eso hay que identificarlo, hay que trabajar con ellos y darles las herramientas para que en un futuro puedan lograr la independencia total, que sí es posible”.

Así que si quieres aportar a esta cafetería  incluyente, puedes ir a probar las chapatas, sándwich, botanas, postres, tisanas, todo tipo de cafés, las enchiladas que son una joya del lugar, el panqué de elote que es preparado con una receta única cien por ciento por manos de las personas con DI,  entre otra gran variedad de alimentos que ofrece el menú.

Además, podrás  pasar a la trastienda que está  ubicada junto a su cocina, donde encontrarás algunos suvenires, condimentos, salsas, rompopes, aceites y otros ingredientes para que prepares tu propia versión de las comidas en casa.

Todas las ganancias que surgen de Panalma son destinadas a Quiero Aprender por una Vida Digna para generar becas con las que se pueda ayudar a más personas con DI u otras capacidades diferentes, quienes tienen oportunidad de seguir aprendiendo en las sesiones de gastronomía u otros talleres laborales que imparte la fundación.

Fotografía: Magdiel Olano

ARMANDO EMPATÍA

¿Cómo nació Panalma?

Para hablar de Panalma primero hay que hablar de Quiero Aprender por una Vida Digna. Yo en casa tengo un hijo con  DI (…). Me di cuenta que yo no era la única mamá  en el mundo, que había  mucha gente que necesitaba el apoyo para sus hijos y que en Puebla no hay muchos lugares que se encarguen de dar terapia para personas con DI. A partir de ese momento hemos estado por 10 años ininterrumpidos recibiendo (en Quiero Aprender por una Vida Digna) a más de 500 alumnos y beneficiando a muchas familias.

¿Cuál  es la intención de esta fundación?

El objetivo principal de Quiero Aprender por una Vida Digna es que ellos puedan tener una vida independiente, porque sabemos que mamá y papá no son eternos, y cuando ya no tienen (su) protección quedan desamparados. Por tal motivo, damos una atención integral para que todos mis jóvenes puedan lograr independencia familiar, pero también muchos ya empiezan una independencia social y por qué no pensar también en una laboral.

¿Cómo dar ese primer paso para reconocer las habilidades de las personas con capacidades diferentes?

Tenemos que empezar a sensibilizar a la sociedad porque es un mito que las personas con DI no son capaces de hacer las cosas, que son ‘inútiles’. Se oye muy feo, pero queremos demostrar que con la capacitación adecuada pueden lograr grandes cambios, pero hay que estar atentos a ellos, no olvidarlos. Así como cualquier chico regular estudia su primaria, secundaria, preparatoria y su carrera, a los chicos con algún tipo de DI les deben dar la oportunidad de desarrollarse en sus principales fortalezas y talentosos, pero estudios demuestran que casi siempre la primera discriminación se sufre en casa porque (la familia) no le da la misma oportunidad a un chico especial que a un chico regular.

Más allá del rubro familiar, en lo social no existen las condiciones para que exploten sus habilidades. ¿Cuáles cree serían las mejoras que podrían tener las políticas públicas para lograrlo?

Primero tenemos que educar a la sociedad antes de empezar en políticas públicas… que hay mucho que trabajarlas; pero si la sociedad no se sensibiliza, por más voluntades y cambios que queramos hacer, no podremos cambiar nada (…). A partir de que nosotros tengamos otro tipo de valores y los inculquemos en casa, va a haber ese cambio. ¿Cómo queremos políticas públicas si en casa estamos discriminando al hijo con discapacidad?

¿Cuál es la enseñanza que quiere transmitir Panalma?

En Panalma tenemos un eslogan muy bonito que es “armando empatía”. Yo creo que en la sociedad es momento de empezar a armar empatía, no solamente con las personas especiales sino con todo el mundo, y tener paciencia y tolerancia. En Panalma la paciencia, tolerancia y empatía son los valores principales, y también de Quiero Aprender por una Vida Digna.

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