Entrevistas

Colectivo Comida Limpia enseñan a interpretar y mejorar decisiones de consumo

Magdiel Olano
  • Con la nueva norma ni siquiera es necesario declarar todos los ingredientes

PUEBLA, MÉXICO.- Aspartame, sacarina, sucralosa o acesulfamo-K, son ejemplos de los ingredientes más dañinos que contienen los alimentos procesados por las industrias alimentarias, de los cuales muchos de los consumidores no somos conscientes que comemos y desconocemos el alcance de sus efectos negativos.

Incluso las grasas trans, colorantes y saborizantes artificiales, de los que a pesar de que se ha oído hablar más continúan en la dieta de la población mexicana. Pero, si son tan dañinos ¿por qué está permitido que se usen en productos que consumimos a diario?

Esta pregunta es la que despertó el interés de la química en alimentos Yasmín Roa por conocer a detalle aquellos vacíos en las normas que permiten que en México se consuman ingredientes nocivos.

Junto a ella está la comunicóloga Sarai Santiago, quien trabaja en hacer un hogar autosustentable; Emmelin Muñoz, experta en recursos humanos y bienestar organizacional; y la consultora en comunicación y marketing Ivette Hophann. Juntas conforman la recién conformada colectiva Comida Limpia.

Y es que a pesar que de que ya está en funcionamiento la Norma Oficial Mexicana NOM-051 –la cual hace más estricto el etiquetado de los alimentos procesados y las bebidas no alcohólicas preenvasadas en vistas a mejorar la alimentación–, para Yasmín Roa aún existe mucho desconocimiento entre la población sobre lo que representan las las etiquetas hexagonales que se ven en la parte frontal de los empaques, lo cual está contrariando la perspectivas de las personas.

Con experiencia en el giro alimenticio en inocuidad, certificaciones y distintivos para empresas transnacionales, además de trabajo directo con campesinos poblanos, en entrevista para LA CAMPIÑA la especialista estimó que la población redujo el consumo de algunos productos con el etiquetado frontal en apenas un 10 por ciento, donde el “miedo” fue el principal factor y no así por estar consciente de las causas.

Aunque aún no existe aún un análisis específico sobre la efectividad de la medida, pues no fue hasta mediados de junio pasado que el Instituto Nacional de Salud Pública (INSP) anunció un estudio para evaluar la efectividad del etiquetado frontal, no obstante será hasta dentro de uno o dos años que se compruebe su efectividad, cuando se presenten los primeros resultados.

La estrategia de utilizar un etiquetado al frente del paquete surgió de la preocupación por los problemas de obesidad y enfermedades crónicas no transmisibles (ECNT) que hay a nivel mundial. Pues de acuerdo con datos del Instituto Nacional de Salud Pública (INSP), actualmente en México alrededor de 70% de la población adulta y 34.4% de la población en edad escolar presenta sobrepeso u obesidad.

Incluso señala que otro tipo de etiquetados como el GVA, que da a conocer la cantidad de calorías, azúcares, grasas y sodios, resulta insuficiente si no se sabe dar lectura a los mismos y lo que los números en su interior significan:

“Tiene que ver mucho con los nombres que están declarados. Te dicen: ‘fíjate en los hexágonos o en los porcentajes de la tabla nutrimental’, pero ahí no están declarados todos los ingredientes, están en la parte donde dice ‘ingredientes’, entonces ahí es cuando uno toma conciencia de lo que está consumiendo, porque ves el nombre de cosas que ni siquiera puedes pronunciar”.

AUTOSUSTENTABLILIDAD

En la preocupación le secunda la cofundadora de Comida Limpia Sarai Santiago, quien llegó al tema de regulación en el etiquetado por un padecimiento de alergia alimentaria y la necesidad de conocer a detalle los ingredientes en los productos que consume, por lo que comenzó con el proyecto de huerto en casa y hogar autosustentable.

Al respecto, alerta que con la nueva norma ni siquiera es necesario declarar todos los ingredientes: “eso a nosotros que estamos cuidándonos por alergias o salud es peligroso, porque no sé hasta qué punto alguno de los ingredientes que están omitiendo puede causarnos una reacción alérgica y ni siquiera nos estamos percatando de ello”.

De acuerdo con el estudio “Revisión del etiquetado frontal: análisis de las Guías Diarias de Alimentación (GDA) y su comprensión por estudiantes de nutrición en México”, realizado por el INSP el etiquetado frontal “no es la mejor opción para presentar el contenido nutrimental para que los consumidores tomen decisiones mejor informadas, saludables y rápidas”, y por contrario “sí puede llegar a afectar negativamente la toma de decisiones del consumidor”.

Aunado a ello, en México no hay una regulación por parte del Estado sobre el etiquetado frontal, lo que permite que los valores de referencia que las empresas utilizan sean más permisibles y otorgando un mejor perfil.

EL TALLER

Yasmín Roa externó que para darle a las personas las herramientas necesarias para que tomen decisiones conscientes respecto a su tipo de alimentación, la colectiva Comida Limpia impartirá la masterclass “Las cuatro diferentes etiquetas en alimentos. Cómo interpretar y mejorar mis decisiones de consumo”.

Por motivos de la pandemia y para mantener la sana distancia, el taller se impartirá solamente vía remota a través de transmisión virtual en vivo, el sábado 24 de julio en horario de 10:00 a 11:30 horas.

Quienes asistan aprenderán a interpretar la información nutrimental que se presenta en los empaques e identificar productos ultra procesados.

Para más información se puede consultar en las redes sociales como @soycomidalimpia o al correo hola@comidalimpia.com.

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