“Tierra mía”, documental etno-sensorial que muestra el arte culinario de Puebla
PUEBLA, MÉXICO.- Una experiencia etno-sensorial en el aspecto del arte culinario de Puebla, es la apuesta de Tierra mía, documental de Pedro González-Rubio producido en 2018 y donde la imagen y sonidos envolventes siguen cada elemento que conforma la cadena de eventos desde el origen hasta el gusto que genera comerlo o beberlo.
El documental narra la historia de un padre y su hija, quienes buscan un agave en las faldas de los volcanes para extraer aguamiel, así como la búsqueda de tres generaciones de mujeres que caminan en el desierto de Zapotitlán de Méndez para encontrar el manjar de esta zona semiárida.
En otro de los momentos, Tierra mía presenta un bautizo que reúne a las mujeres de una familia en la sierra de Cuetzalan para preparar una antigua receta de atole y mixiotes, ambos platillos prehispánicos.
González Rubio, quien codirigió los documentaels Toro Negro en 2005 y Common Ground en 2007, muestra estampas visuales, como la de un viejo campesino bendice semillas de maíz junto con sus vecinos en la entrada de una caverna, donde se cree que es la entrada al Tlalocan (inframundo) para la cultura Nahuatl entre otras.
También la de una pareja recoge la cosecha de la temporada para venderla en un mercado local, su producción ha sido afectada por las fuertes lluvias en el valle de Calpan.
Además una chef del más reconocido restaurante de la Ciudad de Puebla, prepara el platillo estrella.
Todo este universo visual se desarrolla en la misma región de México, vasta y rica en platillos que representan la mezcla de dos culturas: la prehispánica y la española, caras de una moneda llamada Puebla.
El documental puede verse en la plataforma Filmin Latino: https://bit.ly/2YCoHbt
TRAYECTORIA
Pedro González-Rubio es cineasta. Sus obras han merecido diversos reconocimientos nacionales e internacionales que incluyen el premio al Mejor Documental del FICM y del Festival Internacional del Nuevo Cine Latinoamericano de La Habana por Toro negro; así como el Tiger Award del Festival de Cine de Rotterdam por Alamar, entre otros.
