Mejor distribución del gasto público e innovación transformarían el campo
MÉXICO.- Distribuir de otra manera el gasto público, implementar un sistema que permita capacitar a los productores agrícolas y contar con esquemas financieros adecuados, derivaría en beneficios sustanciales para el campo mexicano, explicó el experto del Centro de Investigaciones Económicas, Sociales y Tecnológicas de la Agroindustria y la Agricultura Mundial de la Universidad Autónoma Chapingo, Manrubio Muñoz.
En entrevista tras la presentación del libro ¡Otro campo es posible!, editado por la Universidad Autónoma de Chapingo, detalló que al sector agropecuario se le ha designado una buena parte recursos no de carácter público, por lo que existe baja productividad.
“Estamos al 5.0 por ciento de la productividad del sector más eficiente que es la minería, y cinco veces por debajo de lo que realiza la industria manufacturera, tenemos una deficiencia muy grande en productividad, tenemos que trabajar en el tema de conocimiento e innovación, así como capacitación para el productor”, puntualizó el coautor de la publicación.
En su opinión, dijo, de no atenderse el problema del campo habría mayor polarización del que ya existe, en el sector existe una proporción pujante con agricultores que han trabajado mejorar el campo; sin embargo, existe otra buena proporción de productores que se han quedado rezagados.
“Sigue habiendo una política pública orientada a bienes privados que benefician a quienes ya tienen, este sector se volvería más pujante pero otro grupo muy importante se quedaría atrás, lo que derivaría en problemas como narcotráfico, delincuencia inmigración y otros”.
Durante la presentación de la publicación, Muñoz detalló que la situación del campo, de acuerdo con diversos estudios, se debe principalmente a la distribución de los recursos públicos que se le destinan.
Así, explicó que en México entre 20 y 25 por ciento del gasto público se destina en bienes privados y al subsidio de bienes al interior de las unidades de producción, mientras que el 65 se destina a bienes públicos y es uno de los países que destina más gasto público en bienes privados más que otros países.
El especialista señaló que no se trata de inyectar más dinero al campo, sino ver la manera de distribuirlo; expuso que la democracia y el sistema político buscan asignar recursos para ganar clientela política, “esa es la lógica que toda la política pública está marcando, a nadie le importa la pobreza ni mejorar la competitividad, sino los votos”.
Lo anterior, aunado a que el gasto público se destina en programas que destinan recursos a grandes empresas “tenemos un gasto público distribuido de manera discrecional que le otorga a quienes menos lo requieren”, expuso.
En ese sentido, puntualizó en que México carece de políticas públicas para el campo, que sea de interés común; por lo que puntualizó en la importancia de la construcción de una agenda pública con temas relacionados con la productividad en el campo y toda la cadena que interviene; así, señaló que se trata de que las agendas pública, política y gubernamental confluyan en beneficio del campo.
El especialista añadió que de acuerdo con la encuesta nacional agropecuaria del INEGI algunos de los problemas que refieren agricultores tienen que ver con la distribución de los recursos públicos, ello, se suma a las pérdidas por situaciones climáticas, en ese sentido señaló la importancia de contar con seguros agrícolas y sería importante que las personas conocieran los diversos mecanismos para proteger sus cultivos.
Otros de los problemas que refiere es la pérdida de fertilidad, pero también resalta la importancia de hacer estudios para los diferentes tipos de suelo del país, establecer un sistema de gestión del conocimiento e innovación y fomentar la organización de productores, con mejores capacidades de negociación y compra de insumos así como la creación de un sistema financiero que considere movilizar los ahorros de la población y transformarlos en créditos .
