Libros que acercarán a niñas y niños al campo y la vida rural

MÉXICO.- La práctica de la lectura es un ejercicio de enorme importancia para las sociedades y un eje rector del sistema educativo de cualquier país del mundo.

Una persona lectora es aquella que es capaz de comprender distintos tipos de textos -cada vez con mayor extensión y complejidad- que lee con curiosidad e interés y que ha hecho de esta práctica, un hábito. Por lo tanto, la lectura es y seguirá siendo, la herramienta más importante para obtener información, aprender de forma autónoma, participar en la vida social, resolver cuestiones prácticas de la vida cotidiana, pero sobre todo, conectar con el legado cultural, literario, científico y técnico de la humanidad.

En el caso de los niños y los jóvenes, esta actividad adquiere una dimensión mayor. De acuerdo a especialistas, el desarrollo de esta destreza en las edades tempranas permitirá mejorar la comprensión lectora, la expresión escrita, ampliar vocabulario, impulsar la creatividad y la imaginación, así como aumentar los niveles de concentración en otras áreas.

Es indudable que la lectura se ha ido modificando con el transcurso del tiempo, con las transformaciones sociales y los cambios tecnológicos. La dinámica de las grandes ciudades, el mayor número de pasatiempos con los que actualmente cuentan los niños y jóvenes, muchos de ellos relacionados con los nuevos medios y plataformas digitales, han hecho que la lectura tenga una mayor y considerable competencia.

Es por eso queremos recomendar algunos libros con el fin de que los niños –de las ciudades- se acerquen a ese otro mundo que representan la naturaleza, el campo, la vida rural e indígena, así como los animales, las plantas, granos, frutas y vegetales que en el habitan, y que muy seguramente y de manera cotidiana están presentes en nuestras mesas.

• Abelardo Tubersum, una papa ilustrada. Este libro es de la escritora Ángela Aldama Sánchez. Imagínate que un día, Don Baltazar –un vendedor de semillas y alquimista– encuentra una papa particularmente extraña, por lo que se la lleva a casa, la coloca en un matraz y comienza a aplicarle lo necesario para transmutarlo. Al cabo de unos días, la pequeña papa abre sus ojos y se forma un tímido tronco, después unos nudosos brazos con sus manitas y dos ramas más que comprenderán sus piernas. A este nuevo personaje, su creador lo llamará Abelardo. Mientras tanto, el pequeño ser que poseía el don de la inteligencia, aprendió a leer con mucha rapidez y leía todo lo que caía entre sus manitas, desde la etiqueta de la sopa hasta la pasta de dientes.
• A los 8, de la autora Haydee Ramos Cadena con ilustraciones de Santiago Moyao. ¿Cómo recuerdas a tu abuelita? En este relato una niña evoca los momentos con su abuela, su casa, sus guisos –en especial el arroz cuyo aroma inundaba la sala y el comedor–, sus palabras, pero sobre todo, su historia y sus orígenes, que están vinculados con el mundo rural. Recuerda el relato –que le contó su abuela– de cuando tuvo que dejar su casa en el campo, en aquel poblado de cafeteros y la melancolía que sentía, pese a que trataba de mantener el ambiente campestre en su hogar. Espíritu que la niña tiene presente cuando dice: “Aunque mi abuela vive en la ciudad su casa huele a campo.”
• Cancionero de los niños invisibles, texto de Emilio Lome, con ilustraciones de Jimena Estibaliz. Este libro escrito como cancionero, muestra a través de 13 corridos -cuyos títulos son similares a canciones y juegos infantiles tradicionales- la travesía y triste experiencia de los niños migrantes. “Relatos que en nuestra tierra se cuentan sobre estos niños” que van “cruzando las fronteras, desafiando a lo imposible”.
• Malintsin, escrito por Martín Tonalmeyotl e ilustraciones de Pájaro Tooj (ilustraciones), tiene la virtud de estar editado en náhuatl y en español. “La casa es algo grande. La mitad de la pared es de adobe y la otra mitad de carrizo. El techo también está dividido: una parte es de teja y todo lo demás de lámina galvanizada. El patio es grande, hacia donde corre el viento.” Aquí es donde vive Malintsin  y sus dueños. Malintsin es una pequeña cerdita que ha quedado huérfana y que ante tal circunstancia comienza a ser cuidada por la niña de la casa.  “Al paso de varios soles, ese ser tenía ya una nueva madre. La niña la arropó con sus brazos tiernos, trapos viejos, y en un canasto de carrizo la colocó cerca de su cama para así cuando la cría despertara por el hambre, pudiera levantarse y prepararle más leche.” La Malintsin creció y tomó el comportamiento de un perro, hasta que un día…
• Monstruos Mexicanos, de Carmen Leñero con ilustraciones de Kamui Gomasio y Marcos Castro. ¿Por qué nos atraen los monstruos, si son tan horripilantes y perversos? ¿Qué tienen de divertido? Se pregunta la autora, y aunque no tiene una respuesta, lo cierto es que ofrece 10 interesantes relatos para los niños y jóvenes que viven fascinados con el universo de estas criaturas. En él hallarán las leyendas de la Serpiente de Fuego, Aluxes, Chaneques, Tukákame, Serpiente Tsukán y el Sinsimio, entre otros. Es importante recordar que estas narraciones son -como dice Carmen Leñero- “memorias de pueblos que a lo largo de la historia imaginaron, trabajaron y lucharon entre sí, y cuyo espíritu vive bajo nuestra piel.”
• Cuando nos hayamos comido el planeta, de Alain Serres e ilustraciones de  Silvia Bonanni. Un libro muy interesante que trata de hacer conciencia en los pequeñines, de las consecuencias del uso irracional de los recursos del planeta. No obstante esta explotación absurda e inadmisible, la autora ofrece una visión optimista –cuya concientización está en manos de las nuevas generaciones– cuando dice: “…no nos quedará nada… pero tal vez, en alguna parte de la Tierra quede un niño escondido. Y puede ser… que el último niño venga con los brazos cargados de pájaros, con las bolsas repletas de semillas… y de vida.”

EL APUNTE

Estos libros los pueden encontrar y descargar de forma gratuita en la plataforma del Programa Alas y Raíces (https://www.alasyraices.gob.mx/)