Columnas

Música y comida

Luisa Rentería

Diversos foros y estudios han demostrado que lo que comemos y cómo lo percibimos, dependerá de la música que escuchamos en ese momento, ya que, los sabores son captados por el cerebro; la lengua funciona como un intermediario donde se encuentran los receptores de sabor y el cerebro es el que interpreta esos sabores, por lo que sí, se come con la boca, pero degustamos por el cerebro.

Los sonidos y música que escuchamos influyen en el ritmo con el que masticamos, bebemos, tragamos o la duración que le dedicamos a comer. La música no solo interfiere en nuestro estado de ánimo al momento de consumir los alimentos, sino en la elaboración de aquellos, por lo que el ambiente musical también afectará el tipo de comida que se quiere preparar y los sabores que deseamos acentuar.

Por otro lado, asimilamos algunos restaurantes, bares o cantinas por el tipo de música y dependiendo de ella, muchas veces sabemos el tipo de comida que se ofrece en el lugar, por ejemplo: en un botanero nos pueden ofrecer tacos dorados, caldo de camarón, tostadas de cueritos, por mencionar algunos, y al fondo escucharemos a Trio Los Panchos, Cantinflas, Juan Gabriel, Vicente Fernández o La Sonora Santanera; también están aquellos donde ofrecen chalupas, nachos, papas fritas, hamburguesas… y la música que suena es un estilo más contemporáneo: electrónica o reggaetón.

Fotografía: Katia Fernández / EsImagen

También están los restaurantes de mariscos, donde bien podemos escuchar desde corridos, cumbias, salsas o aquellos donde triunfa el reggaetón y música urbana.  En la actualidad, varios restaurantes trabajan en la creación de las playlist para ambientar el lugar y así logar que la visita del comensal sea más agradable.

Asimismo, existen diferentes opiniones sobre la existencia de la música en la cocina de los grandes chefs a nivel mundial, algunos mencionan no estar de acuerdo porque eso rompería con la concentración que se requiere para el ritmo de trabajo en una cocina de clase mundial; otros más, difieren, y asimilan la música con un estado ánimo que puede influir en la preparación y sabor de los alimentos, así que no algunos chefs deciden crear una lista de canciones agradables para ellos y el equipo de trabajo en la cocina.

La música se ha convertido en un elemento clave dentro de las cocinas y para las reuniones, tanto, que en la actualidad es muy normal encontrar listas de reproducción en las diferentes aplicaciones que tengan el nombre: “Música para comer”, “hora de la comida”, “cumbias para comer”, “rhythm y blues para cocinar” y un largo etcétera más.

REFERENCIAS

La Música puede Cambiar el Sabor de la Comida (mascaraquemarketing.com)

La música de la cocina | El Economista

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