Revista

Maíz, fundamento de la cosmovisión de los pueblos de México

Magdiel Olano

PUEBLA, MÉXICO.- Un relato moral que afirma las virtudes del trabajo creador y civilizador de la humanidad a través del campo, una fábula que resume las virtudes del maíz en un reto de supervivencia colectiva, eso representa El Mito del Dios del Maíz a decir del historiador mexicano Enrique Florescano Mayet.

Y es que el maíz ha tenido un papel fundamental no sólo en la alimentación de generaciones por siglos, sino que también ha incidido en la cosmovisión de los pueblos, su forma de entender y relacionarse con el mundo y con los otros, así lo aseguró el académico en la conferencia impartida el fin de semana en el Museo Internacional del Barroco como parte de la Conmemoración por el Quinto Centenario de la Conquista de México.

Durante la charla titulada “El mito del dios maíz en letras y pintura”, Florescano señaló que tanto ha contribuido esta semilla en la humanidad que la naturaleza colectiva del cultivo del maíz formó la división del trabajo y ordenó las actividades del ejercicio campesino alrededor del proceso de crecimiento de la planta.

Más aún, el mito de la deidad mesoamericana Dios del Maíz incluido en el Popol Vuh, que narra cómo el propio hombre se creó a partir del maíz, da cuenta de la trascendencia siendo que nació cuando se sembró la primera semilla de maíz y continúa dando razones hasta estos días.

MUJER Y MAÍZ

Durante el recorrido histórico que hizo sobre la planta, el también escritor destacó la presencia de la figura de la mujer en la tradición del maíz. Ya desde las primeras civilizaciones se le atribuían características tanto femeninas como masculinas a la planta, incluso hasta la fecha durante todo el desarrollo de la siembra, el cultivo, la cosecha, la elaboración de la masa y la tortilla, son actos en los cuales está la participación de la mujer.

Lo anterior hace reconocer la participación de la mujer como una parte principal del desarrollo total de proceso agrícola y del proceso de crear vida tanto de la vida natural del ser humano como de las plantas y semillas.

Enrique Florescano mencionó que desde la famosa tarea de enterrar la primera semilla de maíz, los campesinos con esfuerzo e inventiva crearon la planta que dio sustento a los primeros seres humanos de las primeras civilizaciones y continúa dando vida a las generaciones actuales.

Artículos relacionados

Back to top button