PUEBLA, MÉXICO.- Hace unos días vi una vez más la trilogía de El padrino, así que tengo una propuesta que no podrán rechazar: una curiosidad que une la historia de los Corleone con un símbolo de México.
Ustedes dicen si le entran a leer:
The Godfather (Francis Ford Coppola, 1972) es una de las más grandes películas del cine mundial, catalogada por muchos como la mejor de la historia. Un filme de tal calibre levanta admiración, y alrededor de él se cuentan anécdotas, leyendas y curiosidades.
Pero hay una curiosidad que emparenta la historia de la familia Corleone con México, y en la que no había reparado hasta hace poco: la aparición del NOPAL.
En la película, Michael Corleone huye a Sicilia luego de ejecutar a Virgil “El Turco” Sollozzo y al capitán Marc McCluskey, en franca guerra con la familia Tattaglia.
Ya en Italia, Michael y sus guardaespaldas se dirigen a Corleone, pueblo de Sicilia. En su camino se encuentran a un grupo de mujeres, entre ellas a Apollonia Vitelli, “più greca da italiana”, de quien Michael se enamora como “si le hubiera pegado un rayo”.
Michael, después de pedir la venia del padre para cortejar a Apollonia le obsequia un collar, comen, beben ríen y pasean por las semiáridas veredas de Corleone.
Su caminata romántica es escoltada no sólo por la familia Vitelli sino por algo que para los mexicanos es bastante común encontrar en el paisaje: nopaleras.
¿Nopales en Sicilia? Existen versiones que aseguran que los nopales llegaron gracias a las expediciones europeas del siglo XVI. ¿Por qué se sembraron? Hay quien dice que fue por mera curiosidad.
Sin embargo, un productor de tuna en Puebla me dijo que debido a las condiciones de la tierra en Sicilia, parecidas a las mexicanas, posibilitaron la siembra del nopal, que se empleó para “romper” mucha de la lava petrificada la zona, afectada de manera constante por la actividad del volcán Etna.
“¿Qué es lo único que podía crecer ahí? Pues el nopal”. Me contó que luego de que las nopaleras dieran frutos la tuna se trasformó de inmediato en un manjar exótico.
Tanto así que, en sus palabras, se convirtió en uno de los caprichos de un jefe de la mafia siciliana, quien no perdía la oportunidad de invitar a quienes lo visitaban a probar el fruto.
Si eran enemigos los obligaba a comerlas con todo y espinas”.
Esto último no lo puedo asegurar, lo que sí es cierto es que Sicilia compite con México en la producción de tuna, convirtiéndose en la exportadora en el Viejo Continente y que busca expandirse a Asia.
También es cierto que Taormina, ciudad sobre un cerro en la costa este de Sicilia, acostumbra adornar sus calles con opuntias (nopales), que en The Godfather los nopales de sangre mexicana fueron testigos del amor entre Apollonia Vitelli y Michael Corleone.
