Las mujeres que siembran el futuro de la agricultura en México
Cada vez hay más investigadoras asegurando que las semillas que llegan a los agricultores sean de la mejor calidad.
MÉXICO.- En el mundo de la agricultura, donde tradicionalmente los hombres llevaban la batuta, las mujeres están conquistando terreno y dejando huella. Y en el Servicio Nacional de Inspección y Certificación de Semillas (SNICS), esto es más que evidente: cada vez hay más investigadoras asegurando que las semillas que llegan a los agricultores sean de la mejor calidad.
Un cambio que germina
Desde 1961, cuando nació el SNICS, muchas cosas han cambiado. Hoy, de las 68 personas que trabajan en las oficinas centrales y el Laboratorio Nacional de Referencia, 37 son mujeres, es decir, el 54%. Pero eso no es todo: en las 40 unidades distribuidas por el país, hay 105 personas, de las cuales el 35% son mujeres. Esto significa que ahora son ellas quienes supervisan parcelas, verifican cultivos y se aseguran de que la semilla cumpla con los estándares de calidad.
Del laboratorio al campo
El trabajo de estas investigadoras no se queda solo en los escritorios o laboratorios. Ellas están en el campo, revisando que las reglas de calidad se cumplan al pie de la letra. ¿Qué revisan? Cosas como:
- Que no haya plantas fuera de tipo.
- Que las parcelas tengan el aislamiento adecuado.
- Que no haya malezas invasoras.
- Que las plantas estén sanas y libres de plagas.
También toman muestras de semillas cosechadas y las analizan en laboratorio, verificando que cumplan con criterios de germinación, limpieza y ausencia de enfermedades. Solo las mejores semillas reciben la etiqueta de calidad del SNICS, garantizando que los agricultores obtengan buenos resultados en sus cosechas.
Cosechando un futuro mejor
Gracias al esfuerzo de estas investigadoras, los agricultores pueden confiar en que las semillas que siembran son de la mejor calidad. Su trabajo no solo mejora la producción de alimentos, sino que también refuerza la soberanía alimentaria del país.
