Raíz africana, nuestra otra identidad: Nidia Hernández
Descendientes de mujeres y hombres afros que habitaron la Nueva España muestran con orgullo sus orígenes
PUEBLA, MÉXICO.- Si bien se sabe que México es un país mestizo, poco se habla de las raíces africanas que tras la conquista española llegaron a dotar de identidad muchas de las ahora comunidades del país.
Por ser un acontecimiento doloroso, complicado o hasta pensado para algunos como “vergonzoso”, es innegable que este capítulo de los mexicanos trató de ser borrado por quienes narraron la historia. Sin embargo, descendientes de las mujeres y hombres afros que hace siglos habitaron el territorio de la “Nueva España”, hoy muestran con orgullo sus orígenes.
Este es el caso de Nidia Patricia Hernández Medel, una cocinera e investigadora gastronómica originaria de San Andrés Tuxtla, Veracruz, quien desde la culinaria de su región natal logró rastrear su tercera raíz: la raza africana.
Donde hubo españoles tuvo que haber africanos, pero poco se cuenta porque son temas delicados. Históricamente hay situaciones difíciles o dolorosas de recordar para quien lo vivió o para quien tuvo familiares que lo hayan vivido. También es difícil para la contraparte, quien escribió la historia o quien dejó de escribirla, la borró, se está omitiendo una parte fundamental de nuestras raíces”.
El consumo del plátano, la yuca, la malanga, azúcar o frijol como ingredientes fundamentales de los principales platillos de Los Tuxtlas, le dieron el norte para comenzar a indagar. Luego vinieron otras pistas: comidas como el mogo mogo de plátano, de malanga, la yuca frita con ajo, las tortitas de yuca, yuca rellena, el chilpachole de yuca o los moros con cristianos (frijoles con arroz).
Entre platillos, sazones, ingredientes y también investigación, esta mujer no solamente ha logrado documentar las raíces africanas de las cocinas tradicionales de Veracruz, también continúa en la difusión y sensibilización por el reconocimiento de la descendencia afro.
COCINA VERACRUZANA
- ¿Cómo surge el interés por las prácticas y raíces culinarias de tu tierra?
Estuve trabajando en la organización y coordinación de campamentos educativos donde dábamos talleres de cocina, les enseñábamos a hacer tortillas a los niños; ese fue mi primer acercamiento en la cuestión didáctica. Luego empezamos a dar talleres y experiencias gastronómicas a gente que venía de otros países a aprender sobre la cocina veracruzana de Los Tuxtlas. Al principio yo ayudaba a mi mamá, pero luego me fue gustando hasta meterme en la investigación.
- Entonces, ¿en tu infancia no tuviste contacto con las prácticas gastronómicas tradicionales?
No vengo de familia de cocineros, pero mi abuela paterna sabía mucho de cocina y anteriormente las mujeres si sabían hacer algo muy bien, era cocinar. Viniendo de un matriarcado tan fuerte como el de mi abuela, ella heredó este conocimiento y mi mamá, a pesar de no ser hija sino su nuera; ella tiene la fortuna de aprender de mi abuela y luego me lo transmitió a mí desde muy pequeña, empezamos en la repostería (…). Sí me gustaba pero no era algo que me llamara tanto la atención, hasta que descubro lo que es cocinar a la par de investigar.
- ¿Cómo definirías la gastronomía de los tuxtlas?
Como muy variada, con muchos matices históricos y culturales, pero también como una abundancia de ingredientes porque tenemos muchas microregiones que lo permiten. Cada una de las comunidades tienen su particularidad, esto lo hace por un lado complejo, pero por otro es una cocina muy rica en costumbres y tradiciones porque no solamente es hablar del platillo, la cocina, sino también lo que conlleva, el entorno, la geografía, los productos, las temporalidades.
- Las raíces afro están bien marcadas en la identidad de muchos mexicanos, pero ¿por qué crees que no son tan reconocidas en aspectos como la gastronomía?
Yo crecí toda la vida con ese tipo de comida igual que todos los tuxtlas hemos crecido con ella, pero no tenemos el conocimiento de qué es. Yo lo descubrí porque una amiga antropóloga me empezó a hablar de esto y despertó mi curiosidad por investigar sobre la tercera raíz que realmente tenemos muy marcada los tuxtla. Se me ha hecho muy fascinante descubrirlo a una edad consciente, madura, representa mucho saber que no solamente tengo una raíz indígena, sino una afro que nutre mi cultura. Realmente es un orgullo.
- ¿Tienen el registro de cuántas recetas o productos de la cultura afro manejan cotidianamente?
Las recetas hasta ahorita sigo contándolas porque cada región tiene las suyas, pero puedo decir que hay una constante de productos que muestran a flor de piel esta raíz todos los días, pero no toda la gente está tan consciente de ella.
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- ¿Por qué crees que se dé esta situación, de no estar consciente de ello?
Yo digo que por falta de transmisión de conocimientos. Nunca se nos enseña que tenemos esta raíz, sino todo lo contrario. Siempre se vio hasta vergonzoso el ostentar la raza negra, el término afro ni siquiera se utilizaba. Estamos hablando de una falta de documentación de nuestra identidad.
- Entonces, ¿el trabajo que tú estás haciendo de documentar esta tercera raíz es pionero en la región?
Tal vez de documentar no, pero en difundir y promoverlo sí. Es muy fascinante descubrir esta parte que no se conoce de los tuxtlas, incluso para la misma gente de ahí.
- También creaste el libro Cocina campesina de los Tuxtlas y sus orígenes culturales. Viviendo nuestra realidad. ¿Cómo fue el proceso?
Surgió a partir de la necesidad de contar qué es lo que se come en el campo, en las áreas rurales, las costumbres y tradiciones que conlleva, porque tenemos una idea preconcebida, sin ir más allá, de preguntar o investigar. Yo sentía la necesidad de posicionar esa cocina de campo, reconocer a las cocineras y contar que lo que comemos es lo que tenemos alrededor, en el traspatio, lo que se cultiva. Era esa necesidad, más que las recetas, de visibilizar los productos locales a través de la cocina (…).
A través del recetario conocí más de mi región y se me hicieron fascinantes las raíces culturales que hay en Los Tuxtlas que por mucho tiempo desconocí; ahora, lo poco que he aprendido me ha gustado compartirlo porque así como yo siendo de la región lo desconocía, la gente de otros lados lo desconoce. Tiene mucho significado para mí que la gente pueda conocer sobre mi cultura a través de la cocina y los platillos que hacemos allá.
- ¿Cuál es el próximo paso?
Seguir en la promoción porque todavía falta mucha difusión, pero más que eso en la sensibilización, nos falta mucha sensibilidad. Ese es el siguiente paso: sensibilizar a las personas sobre esta parte de nuestra cultura para hacer conciencia; luego, seguir documentando.
EL APUNTE
Esta entrevista se realizó en Puebla en el contexto de la conferencia “Recuperar otras raíces”, que Nidia Patricia Hernández Medel impartió como parte del Módulo 3. Las Veredas de la Herencia, del Segundo Diplomado Latidos de la Cocina Tradicional Mexicana que organiza el Centro de Producción de Lecturas Escrituras y Memorias (LEM), cofundado por Laura Athié y el escritor Efrén Calleja.