Cosecha de Historias

Doña Angélica, el arte familiar de recolectar insectos comestibles en Tehuacán

Desde que era pequeña, en su familia ha sido una tradición recolectar insectos que sólo salen por temporada

Magdiel Olano

PUEBLA, MÉXICO.- Desde los famosos chapulines, las chicatanas, gusanos de maguey, hasta otros menos conocidos como los pochocuiles, gusanos de cuchamá o los taxco, son algunas de las exóticas delicias que comparte Angélica Mora, una vendedora de insectos y gusanos, originaria de Tehuacán.

Dedicada a la recolección y venta de insectos y gusanos comestibles, Doña Angélica preserva esta tradición que ha existido en México desde la época prehispánica.

Fotografía: Especial

En entrevista con LA CAMPIÑA, María Angélica Mora Sandoval narró que desde hace 25 años se dedica a preparar la variedad de gusanos que se dan en el municipio poblano de Tehuacán y localidades cercanas, los cuales son toda una cadena productiva que involucra a decenas de familias de la región.

Desde que era pequeña, en su familia ha sido una tradición recolectar insectos que sólo salen por temporada, como los chapulines, que se dan en los meses de julio a octubre, mismo que pueden comerse tostados o fritos con sal y limón, al mojo de ajo o en tacos.

Fotografía: Especial

Otro tipo de insectos que suele vender son las hormigas chicatanas que suelen recolectarse entre los meses de junio y julio, y aunque tienen amplia demanda es difícil surtirlas para su consumo.

El costo de estos animales, comenta, es uno de los más altos de insectos comestibles, pues llega a costar más de mil pesos el kilo. Para comerlas, se les quitan las patas, las alas y la cabeza; se comen asadas como botana, en tacos o en variedad de guisos.

Junto con su familia, la señora Angélica también comercializa otro tipo de productos agroindustriales como semillas secas, dulces típicos y productos artesanales. Ello, pues señala que ama las tradiciones del país.

Me gusta mucho lo tradicional, lo antiguo, no solamente en cuestión de comestible (…). Nuestros antepasados lo comían y ahora los jóvenes se horrorizan”.

Destaca que es importante fomentar el consumo de insectos no solamente por el sabor que tienen, sino también por su gran aporte nutrimental y valorar sobre otros alimentos ultraprocesados.

“Antiguamente los mexicanos no éramos gorditos (…), consumíamos tortilla, el maíz y ahorita ya todo es industrializado. No digo que no se coma como un antojo, pero debemos ir más a lo nutritivo, a lo real”.

En proceso de registro, con su marca El Reino de Dabicho lleva el sabor de estos insectos y gusanos hasta comercios y restaurantes no solamente de Tehuacán, sino de otras partes del estado y la Ciudad de México.

Fotografía: Especial

Luego de haber vuelto a empezar “de cero” por la pandemia de Covid-19 y haber salido adelante gracias al consumo y venta de este alimento nutritivo y rico en proteína, doña Angélica señala que es una nueva oportunidad para repensar lo que consumimos.

Lo que yo espero es que la gente, en medio de esta pandemia, valoremos más y hagamos más por dejar a nuestros hijos, a nuestras nuevas generaciones. Que lo que pasó no sea nada más una tragedia, sino que sea para mejorar y ser portavoces a la gente que nos rodea, que debemos cuidar nuestro planeta, saber comer, saber comprar”.

Por ahora sólo busca más espacios donde poder colocar y vender sus productos; además del mercado en Tehuacán, se le puede encontrar a través de su página de Facebook en este enlace: https://bit.ly/3QVErQ3

Aquí te compartimos otros de los gusanos que se pueden conseguir con la señora Angélica Mora en El Reino de Dabicho.

Fotografía: Especial

GUSANO DE MAGUEY 

De color blanco, los gusanos de maguey son la larva de una mariposa. La temporada de producción es de mayo a julio, principalmente en las zonas pulqueras. Luego de capturarse se envuelven en hojas de mixiote; se tuestan o fríen hasta que quedan crujientes y dorados. Su costo varía, pero es cercano a 10 pesos por pieza un gusano grande.

TECOL

También conocido como “chinicuil”, el tecol es una larva de mariposa que crece en las pencas de agave, se recolecta en los estados del centro del país donde abundan los magueyes; a diferencia del gusano blanco de maguey, esta especie es más barata. Se consumen en tacos, fritos o asados en el comal y suelen venderse secos.

Cultivo y consumo de insectos, opción alimenticia por valor nutritivo

POCHOCUIL

Del náhuatl pochotl (pochote) y ocuillin (gusano), se trata de un gusano comestible que habitan en el árbol del pochote; se encuentran en el valle de Tehuacán, Puebla, y en algunas zonas de Oaxaca. También conocido como “cuetla”, estos gusanos son muy cotizados ya que sólo se encuentran en un periodo de 15 a 20 días en el mes de agosto. Una vez recolectados, suelen comerse fritos.

GUSANO CUCHAMÁ

Muy valorado para la gastronomía de la región, el cuchamá es una oruga que se da entre los meses de mayo a junio en el municipio de Zapotitlán Salinas, específicamente en el árbol de manteco, una especie parte de la flora endémica asociada al antiguo cultivo de sal. Para consumirlo, primero se seca en canastos de mimbre expuestos al sol, después se puede cocinar frito. Los pobladores de la zona señalan que es uno de los gusanos más afrodisíacos que existe.

REFERENCIAS

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