Cosecha de Historias

“Mujeres del Fuego”, cocineras que recuperan, documentan y transmiten la gastronomía de Colima

Aunque se reúnen para juntas avivar los fogones, cada cocinera tiene su proyecto independiente

Magdiel Olano

PUEBLA, MÉXICO.- De entre las leñas que le dan calor a los comales para sazonar los platillos colimenses, es de donde emergen las “Mujeres del Fuego”, un colectivo de cocineras tradicionales quienes recuperan, documentan y transmiten la gastronomía tradicional del estado de Colima.

“Mujeres del Fuego” surgió en Comala, un Pueblo Mágico donde se pueden encontrar un corredor gastronómico de comida rural, una Ruta del Café y lugar que el reconocido escritor mexicano Juan Rulfo hizo célebre en su novela Pedro Páramo. Más tarde, el proyecto se extendió a diferentes municipios y comunidades de Colima.

La característica principal del colectivo es que, aunque se reúnen para juntas avivar los fogones, cada cocinera tiene su proyecto independiente, ya sean restaurantes, cocinas rurales o la propia producción de insumos como maíz,  frijoles o la tan típica flor de jamaica de esta entidad,  caracterizada por la acidez que no tiene alguna otra cosechada en otros lados de la república.

Las 16 integrantes, mujeres diversas de diferentes generaciones, son lideradas por Gladys Guadalupe Espinoza González, quien hace seis años fundó el colectivo tras descubrir que si bien es amplio el abanico de posibilidades para preparar comida colimota, hay muy poca documentación sobre ella.

COCINA Y UNIÓN FAMILIAR

El lazo fuerte de Gladys Espinoza con la cocina  nació cuando era niña. Con una familia de escasos recursos, su abuela era la encargada de hacer maravillas con los insumos que traían los varones de la casa para alimentar a sus 13 hijos y descendencia.

El abuelo de Gladys, su padre y sus tíos eran los encargados de salir a cazar animales como el armadillo, iguana, víboras de cascabel o conejos.

Ellos llegaban con estos animales y mi abuela paterna ya estaba lista para la preparación. Ahora ya no se consume la iguana como antes porque está en veda, ya hay criaderos de iguana. Pero la iguana para mí es un alimento muy simbólico de unión de la familia y sigue siendo”.

Ahora Gladys es licenciada en Pedagogía por la Universidad de Colima (Ucol), maestra en Educación Superior por la Universidad de Guadalajara, desde hace 13 años trabaja con la Ucol y actualmente coordina las licenciaturas de Física y Matemáticas en la misma institución.

Fotografía: Cortesía

Tras haber colaborado en el área  de Ciencia Ambiental y Gestión de Riesgos de la misma universidad descubrió que le gustaba mucho contribuir con las personas de las comunidades de la región. Una separación de pareja y tener que hacerse cargo de un niño ella sola, la impulsaron a estudiar gastronomía.

Para mí eran importantes los planes de estudio, pero me di cuenta que las escuelas en Colima no tienen mucho sobre gastronomía mexicana, y ya inscrita a la carrera no tenían nada de cocina colimota”.

LA BÚSQUEDA

Sin registro de la gastronomía tradicional de Colima, qué tipos de platillos se preparaban, cómo se guisaban en cada comunidad o qué técnicas de conservación de alimentos tenía cada cocinera, decidió ser ella la que reuniría toda la información, como explicó en entrevista para LA CAMPIÑA.

Así,  junto a su abuela, emprendieron un recorrido por todo Comala buscando a las cocineras tradicionales para descubrir de ellas los saberes ancestrales de la cocina colimota.

Empezamos a identificar las mujeres, que además de ser cocineras también eran productoras de alimentos como el maíz, calabacita u otras plantas que cultivan y cuidan como parte de un proyecto de familia”.

Su interés por documentar y la disposición de aquellas mujeres que estaban “escondidas” esperando a que alguien “descubriera” la importancia de sus prácticas de cocina, han llevado a las Mujeres del Fuego a ya haber participado en encuentros nacionales e internacionales de cocineras tradicionales ya

Desde entonces, Gladys además de ser cocinera se ha encargado de la gestión de actividades como encuentros, muestras gastronómicas o talleres en los que han participado cocineras, chefs, nutriólogos, entre otros especialistas del rubro.

A seis años de haber iniciado el proyecto, Gladys se congratula porque no solamente ha podido difundir estas tradiciones de cocina, sino también orientar a las cocineras en la mejora de sus prácticas, enseñarles los orígenes de sus ingredientes y mostrarles la riqueza cultural de lo que han hechos por generaciones.

Como colectivo tenemos una tarea muy importante que es la capacitación. Hemos hecho redes de trabajo con la Facultad de Gastronomía de la Universidad Anáhuac de México que nos han dado capacitación sobre experiencias gastronómicas o productos turísticos”.

Además, han publicado el libro Mujeres del Fuego: saberes y sabores de Colima, el cual difunde 53 recetas proporcionadas por las mismas cocineras, con platillos que van desde los más típicos  de Colima, el uso de flores comestibles, animales, vegetales y bebidas.

A DESTACAR

El próximo paso, señala Gladys, es que exista una  Casa de Mujeres del Fuego, donde se hagan talleres, se siembre, se coseche y ayude a cada una de las integrantes a concretar su proyecto personal y fortalezcan al mismo tiempo al colectivo.

Pero para ello, necesitan tener apoyo financiero, pues además buscan la conformación de un mercado, ya que en el Pueblo Mágico de Comala no existe un centro de intercambio de productos, para que la gente reconozca este lugar y sus productos de temporada.

EL APUNTE

Este fin de semana Gladys Guadalupe Espinoza González estuvo en Puebla para participar en el segundo diplomado “Latidos de la Cocina Tradicional Mexicana” del Centro de Lecturas Escrituras y Memoria (LEM), con la conferencia  “Avivar el Fuego”.

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