Chipotles navideños: icono de la cocina poblana
Además del amplio catálogo gastronómico que existe en Puebla, en navidad hay un platillo estrella que resalta en todas las casas, aparte del famoso pavo, la pierna de cerdo en adobo o los ayocotes, por mencionar algunos.
La realidad en las cocinas o familias poblanas es que el único platillo que no puede faltar y no se le perdona a nadie su ausencia, son los chipotles navideños, un chile de tamaño mediano, pero un poco más pequeño que los chiles poblanos, de color vino, que se endulza con piloncillo, se rellena de queso fresco y se capea con huevo. Este se puede comer solo, como acompañamiento a los demás guisados, en torta con frijoles y aguacate o en un taco con aguacate y sal. Como desees consumirlo, igual es un manjar.
Por sus accesibles ingredientes es un alimento que se puede preparar cualquier día del año, pero la tradición en Puebla es consumirlo principalmente en temporada navideña.
Cultural e históricamente, rellenar diferentes tipos de chiles con queso, carne y guisados, es una actividad que muchos mexicanos tienen, por la mezcla de sabores, por temas de conservar los alimentos y darles un mejor uso. Según el cronista Bernardino de Sahagún, los chiles chipotles o chiles ahumados, se encontraron en el mercado de Tlatelolco, en la Ciudad de México en el siglo XVI y de ahí llegaron a Puebla, donde más tarde adoptarían una de las recetas más famosas.
Por último, ya desde el siglo XVII se empieza a encontrar información documentada sobre los chiles rellenos en antiguos recetarios impresos.
