Maguey, arma mexicana necesaria para contrarrestar el cambio climático
PUEBLA, MÉXICO.- Hoy el maguey es la principal arma para atacar el cambio climático que pone en peligro el planeta, a los más vulnerables y los recursos naturales necesarios para producir alimentos, consideró el investigador y activista cultural poblano Javier Gómez Marín.
Esto debido a las bondades y capacidades que tiene la especie, entre ellas la de otorgar tres veces más oxígeno que un árbol, tener la capacidad de crecer en lugares desérticos y ya que ni las sequías, inundaciones ni heladas la dañan.
En el marco del Día de la Tierra y como parte del Congreso Nacional del Maguey y el Pulque, el especialista mencionó que el maguey fue llamado el “árbol de las maravillas” porque no solamente es una planta, sino que puede ser considerado como un árbol y, por más, “el árbol más productivo del mundo”.
El fundador del más grande Museo de Pulque en México, ubicado en Puebla, señaló que los mexicanos deberían valorar al maguey como “el árbol nacional de México”, pues “es el árbol que nos ha dado patria, nos ha dado vida y nos ha dado historia”.
Catalogada como una planta suculenta de origen mexicano, del género agave, los usos más comunes que se le dan a esta especie son bebidas nativas de México, como el tequila de la variedad de agave tequilana weber, mezcal y bacanora, además de la extracción del aguamiel para producir pulque.
Pero existen muchos otros usos, como la elaboración de fibras textiles, la extracción de una película de las pencas para formar hojas para contener el platillo tradicional mexicano del mixiote, y también se obtiene forraje de dichas pencas para alimentar animales, e ncluso puede llegar a servir para la construcción de casas con los quiotes de la planta.
Al asegurar que “es la principal arma para atacar el cambio climático”, comentó que actualmente existen 26 tipos de magueyes pulqueros, los cuales se tiene la obligación de respetar como patrimonio cultural de México. Algunos de ellos son el maguey espadín, en Oaxaca; el agave azul, en Jalisco; el henequén, en Yucatán, y los magueyes pulqueros en Hidalgo, Tlaxcala, Puebla y Estado de México.
Tal como lo refirió Gómez Marín, tan productivo es, que se pueden sembrar 500 magueyes pulqueros por hectáreas y en seis meses da de 700 a mil 200 litros de aguamiel, una gran cantidad si se compara con los dos litros que se pueden extraer de un corazón para producir mezcal.
“Ustedes comparen dos litros de mezcal contra mil litros de aguamiel, no tiene punto de comparación en la productividad que se va a tener; y aparte el mezcal aunque tenga muchos beneficios no deja de ser un alcohol y a final de cuentas acaba dañando al cuerpo, y el pulque es un producto fermentado que ayuda a la flora intestinal y sirve de alimento para todos nosotros”.
De acuerdo con el Anuario Estadístico de la Producción Agrícola, en 2020 se sembró una superficie de poco más de 18 mil hectáreas a nivel nacional, se cosecharon 17 mil hectáreas con un valor de producción aproximado a los 634.5 millones de pesos. En Puebla en el mismo año de referencia, se sembraron
864 mil hectáreas, se tuvo una cosecha 848 mil hectáreas y un valor de producción cercano a los 17.5 millones de pesos.
Pese a ello, Javier Gómez Marín estimó que, con urgencia, hace falta en el país una legislación que garantice la protección de los magueyes en el territorio nacional, además de crear un banco nacional de germoplasma para no perder este “tesoro biológico”.
“Por eso nuestra planta patrimonio debe ser la planta que debe estar sembrada en todos los lugares de todo el país, ya que es la planta que está aquí desde hace 10 millones de años y sí la puso la naturaleza aquí es porque es la planta ideal para tener oxígeno y para combatir la falta de agua”.