Agricultura

Puebla le rindió homenaje a su platillo emblema: el mole

"El mole no es solo un platillo, es un vehículo para el desarrollo"

Clara Aceves

PUEBLA, MÉXICO.- Puebla le rindió homenaje a su platillo más querido: el mole poblano, en una comida muy especial que marcó el inicio de una nueva etapa para el turismo en el estado. El escenario no pudo ser mejor: el hermoso Ex Convento de Santa Rosa, donde —cuentan— nació esta delicia.

El evento reunió a cocineras tradicionales, autoridades y representantes del sector turístico para presentar la Ruta Gastronómica del Pasaporte Turístico, una apuesta fuerte para que la cocina poblana sea motor de desarrollo, comunidad y orgullo.

El gobernador Alejandro Armenta habló del mole como parte del alma de Puebla y también como símbolo de una visión con rumbo: más seguridad, más visitantes y más oportunidades para todos. “El mole no es solo un platillo, es un vehículo para el desarrollo”, aseguró.

¿La idea? Que los turistas no solo prueben la comida, sino que vivan la experiencia: conocer los ingredientes desde el campo, aprender las recetas con las expertas y sentir el sabor de la historia en cada platillo. Todo esto, en rutas que también celebran el chile en nogada, el mezcal y el mole de caderas.

En ese mismo espíritu, se reconoció el trabajo de cocineras como Teresa Jaimes (Tlatlauquitepec) y Victoria Serrano (Cholula), guardianas de recetas heredadas por generaciones. Sin ellas, el mole no sabría igual.

La meta del programa es clara: alargar la estancia de los visitantes, generar más derrama económica y hacer del turismo una herramienta para reducir desigualdades. Con estrategias bien cocinadas y un sabor único, Puebla se organiza en comunidad para que el mole —y todo lo que representa— conquiste paladares y corazones.

Artículos relacionados

Back to top button