Obesidad y sobrepeso: un problema que México no logra detener
Tenemos una población enferma desde edades tempranas, con baja esperanza y calidad de vida, lo que afecta la productividad laboral y aumenta la demanda de servicios médicos
MÉXICO.- La obesidad y el sobrepeso están poniendo freno al desarrollo en México, y el panorama no parece alentador. Según Agustín Rojas Martínez, académico del Instituto de Investigaciones Económicas (IIEc) de la UNAM, este problema es como una bola de nieve que no deja de crecer debido a que los esquemas alimentarios no han cambiado lo suficiente.
De acuerdo con la Encuesta Nacional de Salud y Nutrición (Ensanut, 2022), la ganancia de peso excesivo empieza desde los primeros años de vida. En niños de 5 a 11 años, el sobrepeso alcanzó el 37.3%, mientras que en adolescentes de 12 a 19 años, la prevalencia llegó al 41.1%. En adultos, la situación es aún más alarmante: 75.2% de los mayores de 20 años tienen sobrepeso u obesidad, con las cifras más altas en el grupo de 40 a 60 años, donde alcanza el 85%.
Rojas Martínez advirtió que el costo económico de este problema equivale a aproximadamente el 5% del PIB, lo que se traduce en alrededor de 26 mil millones de dólares, según datos de la OCDE en 2019. Sin embargo, el impacto no solo es financiero.
“Tenemos una población enferma desde edades tempranas, con baja esperanza y calidad de vida, lo que afecta la productividad laboral y aumenta la demanda de servicios médicos”, explicó.
¿Por qué seguimos acumulando kilos?
A pesar de políticas como los impuestos a comida chatarra, la prohibición de estos productos en las escuelas o el etiquetado frontal nutrimental, el problema persiste. Para Rojas Martínez, la raíz del problema está en factores estructurales y económicos. Cambios iniciados desde el Tratado de Libre Comercio de América del Norte (TLCAN) en los años 90 transformaron la alimentación de los mexicanos: de un modelo agropecuario y regional a uno industrializado dominado por productos ultraprocesados, más baratos y fáciles de consumir, aunque de menor calidad nutricional.
Hoy en día, los mercados tradicionales pierden terreno frente a supermercados y tiendas de conveniencia que ofrecen horarios más amplios y servicios como pago con tarjeta. Mientras tanto, el ingreso de las familias no ha crecido lo suficiente para permitirles acceder a alimentos frescos y saludables.
El futuro que preocupa
Si las tendencias actuales continúan, se estima que para 2050 casi el 90% de los mexicanos tendrá sobrepeso u obesidad. Rojas Martínez señaló que el problema no debe reducirse a decisiones individuales, como si solo fuera cuestión de “comer mejor”, sino que se requiere una estrategia más amplia que considere la oferta alimentaria, el ingreso económico y factores territoriales.
“Combatir la obesidad no es solo responsabilidad de cada persona, sino un problema social que necesita políticas públicas integrales y coordinadas entre los sectores de salud, economía y alimentación”, concluyó.