Agricultura

Lo que debes saber sobre el amaranto

El amaranto Amaranthus spp. es un cultivo milenario que ha desempeñado un papel fundamental en la alimentación y cosmovisión de las culturas mesoamericanas.

Redacción La Campiña

MÉXICO.- Los aztecas, mayas e incas valoraban el amaranto tanto como al maíz y el frijol, integrándolo en su dieta diaria y en rituales religiosos.

Este grano ha logrado perdurar a lo largo de los siglos gracias a sus propiedades nutricionales excepcionales, superando a alimentos como la leche, el trigo o la soya. Hoy en día, es considerado uno de los cultivos más prometedores a nivel mundial debido a su versatilidad, resistencia y valor alimenticio.

El amaranto en la historia

El amaranto fue cultivado por las civilizaciones prehispánicas junto con otros alimentos fundamentales como el maíz, la calabaza y el frijol. En el valle de México, los aztecas producían entre 15 y 20 mil toneladas al año, utilizando el amaranto tanto para el consumo diario como en ofrendas religiosas.

Los rituales incluían la creación de figuras de sus deidades, las cuales se moldeaban con semillas de amaranto y miel de maguey.

Sin embargo, la llegada de los españoles trajo consigo la prohibición de estos usos debido a malas interpretaciones culturales. A pesar de esto, el amaranto sobrevivió en comunidades apartadas y, hoy en día, sigue siendo cultivado en estados como Puebla, Morelos, Tlaxcala, Oaxaca y la Ciudad de México.

Propiedades nutricionales

·         El amaranto destaca por su alto contenido de proteínas, superando al maíz y al arroz, e incluso ofreciendo 80% más proteínas que el trigo.

·         Es una excelente fuente de aminoácidos esenciales como la lisina, además de vitaminas A, B, C y minerales como calcio, hierro y fósforo.

·         Esto lo convierte en un alimento ideal para combatir la desnutrición, especialmente en comunidades rurales.

Una de sus mayores ventajas es que no contiene gluten, lo que lo hace apto para personas con celiaquía. Además, su consumo regular puede ayudar a reducir el colesterol y prevenir enfermedades cardiovasculares.

Diversidad de usos

El amaranto no sólo es nutritivo, sino también versátil. En México, se utiliza de diversas maneras:

Alegría Dulce tradicional hecho con semillas tostadas mezcladas con miel y piloncillo.
Tamales y atoles En Texcoco, se preparan tamales llamados “chuales” y atole con semillas de amaranto, siendo comunes durante Semana Santa y Día de Muertos.

 

Platos salados Las hojas tiernas de amaranto se consumen como quelites, semejantes a las espinacas, y pueden usarse en sopas, ensaladas o guisos.

 

Un futuro prometedor

En la actualidad, el amaranto está recuperando su lugar como alimento básico en la dieta de los mexicanos, no sólo por su valor cultural, sino por su potencial en la agricultura sustentable.

Pequeños productores en el centro y sur de México lo cultivan en sistemas tradicionales como la milpa y las chinampas, aprovechando su alta productividad y adaptabilidad.

Con su creciente demanda y múltiples beneficios, el amaranto tiene el potencial de contribuir significativamente a la seguridad alimentaria de México y del mundo.

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