Los árboles nativos de México y su importante papel para los polinizadores locales.

MÉXICO.- La importancia ecológica que tienen los árboles en cuanto a la regulación de los ecosistemas es muy evidente cuando se analiza el contexto de los procesos de simbiosis que se desarrollan en relación a ellos, especialmente si son especies nativas o endémicas de la región. El cuidado de estos ejemplares se vuelve esencial para mantener una sana relación entre ellos y los animales y plantas que se desarrollan bajo su sombra.

En el caso específico de los árboles frutales endémicos o nativos de ciertas zonas de México, permiten la proliferación de un tipo de fauna que es indispensable para la supervivencia humana: los polinizadores.

Aunque se podría pensar solo en las abejas cuando se habla de polinización, sería una visión reduccionista y limitativa de los procesos de polinización que se realizan de forma natural, pues son variados, complejos, pero sobre todo sensibles a los cambios en el entorno.

Algunos ejemplos de los árboles frutales que cumplen la función de dar alimento, resguardo y refugio a diversos polinizadores son los siguientes:

Conoce un poco sobre el sistema Milpa Intercalado con Árboles Frutales

Árbol del tejocote: En México, la mayor producción de tejocote se da en Chiapas y Puebla, entidades que ofrecen las características climáticas necesarias para su desarrollo. Esta especie es importante para la supervivencia de mariposas y abejas que son sus principales polinizadores, lo que permite que la producción de este fruto sea estable y contribuye enormemente también a la calidad.

Árbol de zapote: En el caso de este frutal, el aroma de sus flores y frutos es lo que atrae a una cantidad importante de polinizadores muy diversos, entre los que podemos encontrar a murciélagos, moscas, insectos, e incluso aves como los colibríes, que son los principales responsables de la polinización y diseminación de sus semillas.

Árbol de aguacate: Su importancia, se asocia principalmente a la supervivencia de los polinizadores más conocidos en todo el mundo: las abejas. Y aunque este no es un proceso exclusivo de ellas, no podemos negar la tremenda importancia que representan, junto con las avispas, en su polinización exitosa, lo que beneficia enormemente su rendimiento, así como la calidad de sus frutos.

En México las entidades con mayor producción de aguacate son Michoacán y Jalisco, las que poseen las características climatológicas ideales para el desarrollo no solo del árbol, sino también, de la fauna polinizadora propia de la región. Esto beneficia enormemente no solo al cultivo del aguacate, sino también a los cultivos que se pueden asociar a él, tal es el caso de algunos cítricos como la mandarina o la naranja. Cabe resaltar que cuando el aguacate aún se encuentra en desarrollo se le pueden asociar algunos otros cultivos anuales como las cucurbitáceas, el frijol, el chile, el tomate etc., siempre y cuando el terreno lo facilite y no compitan con el cultivo, en relación al espacio, al agua, nutrimentos y luminosidad.

Con estos ejemplos, podemos ver como los árboles frutales nativos son base importante del mantenimiento ecológico de sus entornos, debido al alimento y resguardo que representan para la fauna polinizadora local, que son en gran medida los agentes biológicos responsables de la fructificación de cultivos de los que dependemos para nuestra alimentación.