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Glifosato está matando abejas en la península de Yuacatán

A pesar de que en México es ilegal la siembra de semillas transgénicas, se han reportado casos de cultivos de soya genéticamente modificada que, presumiblemente, ha causado la muerte de abejas en distintos estados de la península mexicana.

Redacción La Campiña

MÉXICO.- El uso de distintos agrotóxicos que guardan una relación indisoluble con organismos genéticamente modificados (o semillas transgénicas) están asociadas con la muerte masiva de abejas en la península de Yuactán, afirmó la directora de Políticas y Normativa de la Secretaría Ejecutiva de la Comisión Intersecretarial de Bioseguridad de los Organismos Genéticamente Modificados (Cibiogem), Erica Hagman Aguilar.

En el marco de la conferencia de prensa que ofreció la presidenta de la Mesa Directiva del Senado de la República, senadora Ana Lilia Rivera Rivera, para informar sobre la presentación de un punto de acuerdo que fortalece el decreto presidencial para prescindir de forma gradual de herbicidas tóxicos en el campo mexicano; se expusieron distintos argumentos de base científica sólida que advierten de los graves daños que los agroquímicos como el glifosato causan a la salud humana y al ambiente.

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Al respecto, Hagman Aguilar dijo que, a pesar de que en México es ilegal la siembra de semillas transgénicas, se han reportado casos de cultivos de soya genéticamente modificada que, presumiblemente, ha causado la muerte de abejas en distintos estados de la península mexicana.

No es legal la siembra de soya transgénica, no es legal la siembra de maíz transgénico y se han dado casos justamente en la península de Yucatán en diferentes estados, en donde se está dando esa siembra ilegal, se utiliza glifosato se utilizan también otros agrotóxicos”.

También recordó que en Jalisco se han presentado varios casos de niños, niñas y adolescentes que, en sus propias comunidades, comenzaron a desarrollar diferentes enfermedades en riñones y el hígado, logrando acreditar que estos padecimientos estaban directamente relacionados con su exposición al herbicida glifosato, uno de los químicos más usados en el campo mexicano.

“A partir de ello lo que se hizo fue que se denunció esta situación ante la Comisión Estatal de Derechos Humanos del Estado de Jalisco y se emitió una recomendación para el estado de Jalisco y en algunas de estas comunidades; lo que empezó a darse fue el cambiar el sistema agroalimentario y se empezó a alimentar a los niños, niñas y adolescentes con productos agroecológicos y la mejoría fue prácticamente inmediata”.

El 8 de marzo de 2024, el Colegio de la Frontera Sur (Ecosur) un Centro Público del Consejo Nacional de Humanidades, Ciencias y Tecnologías (Conahcyt) confirmó que la intoxicación masiva de abejas reportada el 23 de enero en Suc Tuc, Holpelchén y Crucero Oxa, Campeche, fue causada por el uso de insecticidas en parcelas cercanas a la zona.

Este incidente ha dejado secuelas significativas: 22 apiarios y 516 colmenas afectadas, tres mil 630 días de empleo rural perdidos y pérdidas económicas estimadas en dos millones 467 mil 352 pesos. Estas pérdidas incluyen la producción de miel, la necesidad de enjambres y el servicio de polinización.

El informe preliminar fue realizado por el equipo de abejas de Ecosur, conformado por Jaime González Tolentino, Erick Vides Borrell y Rémy Vandam, quienes junto con apicultores y comisarios ejidales visitaron los 22 apiarios afectados en estas localidades. Durante la visita, se tomaron registros fotográficos y muestras de abejas muertas, las cuales fueron conservadas en congelación. Además, se llevó a cabo un censo de los apicultores afectados.

EL APUNTE

Entre los días 24 y 27 de enero, el equipo de expertos inspeccionó apiarios ubicados a cinco kilómetros al sur de Oxa y a seis kilómetros al suroeste de Suc Tuc, donde se evidenció la mortandad masiva de abejas. La mayoría de los 22 apiarios mostraban abejas muertas fuera de las colmenas, en el suelo y en los techos de las cajas, mientras que las abejas vivas presentaban síntomas típicos de intoxicación por insecticidas”, cita en un comunicado el Ecosur.

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