Día de la Santa Cruz, tradición de raíz prehispánica para pedir lluvia y buena cosecha
Aunque generalmente suele ligarse con el gremio de la construcción, pocos saben que esta creencia se heredó desde la época prehispánica
MÉXICO.- La celebración del Día de la Santa Cruz que se lleva a cabo cada 3 de mayo, es una tradición muy arraigada en distintas partes de nuestro país, y aunque generalmente suele ligarse con el gremio de la construcción, pocos saben que esta creencia se heredó desde la época prehispánica, no sin antes haber sido modificada por los evangelizadores españoles después de la Conquista.
Esta festividad también conocida como Día del Albañil, por ser este el sector que festeja con misas, comilona y la colocación de la tradicional cruz de madera en las obras de construcción; tiene su antecedente en los rituales practicados por las culturas precolombinas para la petición de lluvias y la obtención de buenas cosechas, que se efectuaban al inicio del ciclo agrícola, alrededor de los primeros días de mayo.
3 de mayo, Día de la «Santa cruz»
Los manojos de mazorca seleccionadas como semilla, eran también ofrecidos a Chicomecoátl y Centéotl en Hueytozoztli (inicios de siembra), veintena que finalizaba a principios de mayo y eran dedicados en especial a esas dos deidades del maíz. pic.twitter.com/hUui0MRRUe
— Lycaon (@Lycaones) May 3, 2022
El historiador Heriberto Ramírez Dueñas, del Instituto Nacional de Antropología e Historia (INAH-Conaculta), informó que cuando los evangelizadores españoles llegaron al antiguo territorio mexicano, modificaron algunas de las creencias prehispánicas a efecto de que tuvieran similitudes con las de la religión católica.
Es así que en durante la Colonia, el ritual prehispánico para la petición de lluvia a Tláloc, dios de la lluvia, se transformó en rezos para las buenas cosechas y se incorporó a la devoción de la Santísima Cruz. “La cual se ubicó el primer domingo de mayo dentro del calendario católico, que es el mes mariano o de la Virgen María, y ese día se le hace la petición a su hijo Jesús”.
Esta asociación se dio porque la gente vio a Jesucristo como una posibilidad de dar vida a través de la lluvia, necesaria para una economía como la nuestra que de origen es agrícola, en la que el maíz es la base de la alimentación”, explicó el investigador del INAH, quien anualmente encabeza paseos culturales en torno a esta celebración, pero que en esta ocasión se canceló ante la emergencia sanitaria.
Actualmente, la celebración de la Santa Cruz se realiza en distintos estados de la República Mexicana, tal es el caso de los municipios poblanos de Tochimilco y Huaquechula, donde aún se llevan a cabo los ritos de petición de lluvias y buena cosecha, aunque ya no a los dioses prehispánicos, sino a Jesucristo.
En Tochimilco se venera una cruz colocada aproximadamente en 1800, en la cima de un cerro en el poblado de Cuautomatitla, mientras que en Huaquechula cada 3 de mayo se lleva a cabo una peregrinación y reverencia a la cruz de piedra de la parroquia franciscana del siglo XVI.
En este sitio los “mayordomos” que pagan mandas o promesas a la Santa Cruz, bailan al son de la música de viento en las esquinas del popoxcomitl (sahumerio adornado con flores)”, detalló Ramírez Dueñas.
Otro caso particular de esta práctica, añadió, el de Chilapa, en la zona montañosa de Guerrero, donde incluso se efectúa el sacrificio de animales en las puntas de los cerros.
Es digno de comentar cómo la festividad de la Santa Cruz conserva una raíz muy fuerte de corte mesoamericano, pues los campesinos también hacen rituales de ‘limpias’ con copal.
En otros lugares del país se hacen procesiones con la Santa Cruz de la parroquia principal y con el Santísimo. En otras sitios las peregrinaciones son con espigas –flor de la milpa–, donde se llevan carrizos de maíz con mazorcas y salen a la calle para pedir que haya buena temporada de lluvias, mientras caminan rezan el rosario acompañados de la imagen del patrono del pueblo”, añadió.
El historiador del INAH abundó que fue a partir del siglo XX, cuando la gran fiesta de petición para la buena cosecha se vinculo con mayor fuerza a la actividad de la construcción, tanto en los pueblos rurales como en las ciudades. Aunque su vínculo con este gremio se originó desde la época colonial con la fundación de cofradías y la antigua devoción a Santa Elena, a quien se atribuyó el haber encontrado la cruz en la que fue crucificado Jesús.
El gremio de la construcción celebra este día llevando cruces adornadas a los templos para bendecirlas y colocarlas en la parte alta de las construcciones o realizan misas en la obra con la finalidad de que el trabajo de edificación llegue a buen término. Algunas cruces llevan un pedazo de tela para darle el simbolismo de la manta sagrada”
Este gremio celebran el 3 de mayo, porque Jesús es el mejor ejemplo de la construcción de la vida, y los albañiles forman parte del sector de la construcción dentro de la sociedad, y tienen esta tradición muy arraigada”, explicó Ramírez, al referir que al término de las celebraciones litúrgicas se da paso a la tradicional comida.
Con información de INAH