Los remedios caseros contra los efectos de la vacuna COVID 19
Ningún mexicano puede negar que alguna vez en su vida ha hecho fiel creencia de estas recomendaciones
Los remedios caseros son mexican culture. Ningún mexicano puede negar que alguna vez en su vida ha hecho fiel creencia de estas recomendaciones que no solo se aceptan y aprenden, sino que se comparten y discuten entre tantas generaciones.
A pesar de los incontables falsos remedios que se esparcieron durante el primer año de la pandemia, y muy a pesar del acceso a la información para desmentir que “un limón te corta el periodo” o que “la leche de burra en una herida hace que la sangre se cuaje”, no aprendemos.
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Es cierto que muchos remedios caeros son mentira, y que nuestros antepasados han crecido con la fiel idea de que muchos de ellos sí salvan la vida, pero, también es cierto, que muchos otros remedios, sí ayudan a aliviar los pesares provocados por la enfermedad.
Durante las primeras vacunas experimentamos una serie de síntomas provocados por estas, que una simple pastilla no lograba quitar, así que recurrimos al diccionario de los remedios caseros: nuestra madre. Ella, como toda una erudita, seguro nos aconsejó matar esos malestares con una cantidad de recomendaciones, que habrá ayudado a algunos, y a otros, no tanto:
- Para la fiebre: azar tomates con su cáscara y sin dejarlos enfriar, untar el tomate en toda la planta de los pies, dejando los residuos de esta verdura y envolver los pies con un calcetín y una bolsa hasta el día siguiente.
- Para el dolor de cabeza: un té de menta, jengibre o manzanilla, con una ramita de epazote.
- Para el dolor de cuerpo: Rociar en todo el cuerpo una mezcla de alcohol con ajo, marihuana o romero; o en caso contrario, una mezcla de vinagre con ajo.
- Para el dolor menstrual: No bañarse, no tomar agua ni líquidos fríos, no comer limón, y hacer un té de orégano.
- Para el dolor de brazo inyectado: Aplicar aceite de oliva y dar pequeños masajes, o masajear el brazo con un ajo aplastado.
- Para evitar escalofríos en la noche: Comer un diente de ajo antes de dormir, sin lavarse los dientes. Hacerse un té de canela con ron.
Todos estos remedios han sido compartidos de generación en generación, en algunas partes de la ciudad, menos que en otras, y a veces olvidadas e ignoradas por muchos sectores de la sociedad, pero, un buen té de manzanilla, dicen expertos de la vida, cura todo.
