Platillos navideños que no a todos gustan
Posiblemente, la cena de Nochebuena sea la más esperada y planeada para muchas familias mexicanas. Hay quienes ya tienen una tradición forjada en platillos, guisados y bebidas, y hay quienes cada año cambian sus opciones.
Por otro lado, hay una verdad que muchos vivimos en la niñez en esas viejas épocas decembrinas: la cena de navidad que a nadie le gusta y se repitió (o sigue vigente) por muchos años.
La realidad es que no todos los guisados preparados para navidad son ricos, pero alguien se encargó de llevarla a muchas mesas familiares, quizá fueron los medios de comunicación como la televisión, los viejos recetarios publicitarios de marcas como Campbell’s, o aquellas recetas que venían en los periódicos y revistas de farándula. Como haya sido, en la actualidad se han ido desplazando esos guisados para suerte de algunos.
Espaguetti o pasta a la hawaiana:
Seguramente muchos de los lectores recordarán esta pasta que servían en la cena de navidad, que era dulce por la piña pero también salada por el jamón. Lo peor era cuando la piña no era natural, sino en almíbar.
Pavo o pierna con piña:
Algún amor oculto tenemos por la piña que le queremos poner a todo: al pavo, la pizza, el pastel o la pasta. En el caso de la navidad, seguramente probaste la pierna o el pavo seco con piña que se servía al lado de la pasta… con piña.
Ensalada navideña:
Después de la mezcla de sabores con los guisados anteriores, existía (o existe) la tradición de servir un postre que a muchas personas les agrada, incluso actualmente sigue siendo uno de los más solicitados, el problema era cuando su preparación incluía un exceso de azúcar por culpa del almíbar que incluía este postre: la ensalada de manzana, a la que además se le agregaba zanahoria.
El problema no era la manzana ni la zanahoria, sino el exceso de dulce, ya que entre sus demás ingredientes contiene piña (de nuevo) en almíbar, manzana, zanahoria, pasas, cerezas en almíbar, nuez y leche condensada. Seguramente habrá quienes la sigan preparando y disfrutando de verdad.
Y por último, la sidra:
Puebla, específicamente Huejotzingo, es el principal productor de esta bebida a nivel nacional y aunque la historia y preparación de la sidra es un trabajo artesanal, hay algunas marcas, especialmente aquellas que se venden en botellas de dos litros, que no son tan ricas como otras. Normalmente, esas grandes botellas de sidra se venden masivamente en la temporada decembrina, donde la presentación encima de cajas de cartón nos llama a comprar grandes cantidades, aunque solo se termine una botella. La realidad, es que la sidra es más llamativa para los jóvenes de la familia, aquellos que todavía no pueden beber, pero que resulta inofensivo consumir esta bebida gracias al bajo grado de alcohol.