Food Police: Consejería gastrourbana digital sustentable de barrio
Supe de Food Police gracias a una recomendación. Me sugirieron visitar sus redes sociales en Instagram y Facebook para conocer su trabajo y así lo hice. Lo primero que vi fue una página llena de colores, mucha comida y largos textos, fotografías con grandes descripciones, no solo de comida, sino de interés personal. Después de varios meses entendí que Food Police no solo ‘’reseña comida normal para personas de a pie’’, como lo describió Jazmín Martínez, creadora y autora de este proyecto gastronómico, sino que, como ella, Food Police ha evolucionado, crecido y cambiado a lo largo de 10 años de existencia.
Jazmín Hernández es publirrelacionista y periodista gastronómica. Nominada en 2017 como “Foodie del año”, en los Gourmet Awards de la revista Travel & Leisure. Ha sido juez en competencias de coctelería como Gastromixology Sessions (Gin Mare, 2018), Grand Alchemists, Rémy Martin 2019, Crystal Head 2019. Colaboradora en Gourmet de México y W Radio. Miembro del consejo editorial de la Guía México Gastronómico “Los 120 Restaurantes”. Creadora de Food Police, un proyecto de recomendación gastronómica que inició siendo un blog de recomendaciones, pero con el tiempo se acento en las redes sociales. Gracias a Food Police, se creo una agencia de comunicación gastronómica que fungía bajo el mismo nombre, pero en Mayo del 2021 la agencia se independizo y nació Comida Counseling: una agencia de comunicación especializada en la industria gastronómica y de hospitalidad, donde los servicios que ofrecen son: estrategias con embajadores, producción de eventos, branded content, content marketing, y programas educativos.
¿Cómo ha sido trabajar en redes sociales e internet?
Sin duda es algo increíble, pero también muy estricto porque como cualquier otro trabajo, cambia muy rápido, incluso más rápido que los demás. Particularmente en los trabajos y proyectos que tienen que ver con redes sociales se transforman muy rápido porque el entorno es muy veloz y a veces muy estresante. Por ejemplo, eso te orilla a que si quieres seguir vigente y la gente se siga interesando en lo que haces, cada cierto tiempo tienes que hacer cambios.
¿En qué momento decidiste dedicarte profesionalmente a Food Police?
No hubo un momento ni un plan, a la gente le empezó a gustar y fue creciendo, pero empecé haciendo eventos gratis y después me di cuenta de que por eso se cobraba (risas) así que lo hice. Muchas veces algunos restaurantes nevos hacen eventos donde invitan a medios de comunicación, periodistas y personas involucradas en la gastronomía, todo para darse a conocer; a veces lo hacen ellos directamente o contratan a un publirrelacionista o agencias de relaciones públicas, y yo hacia eso antes. Los ayudaba de a gratis porque ‘’éramos cuates’’ y pensaba: ‘’¡que padre, puedo invitar a mis amigos a comer!’’, pero después descubrí que sí se gana dinero de eso. Esas fueron las primeras cosas que empecé a hacer. Primero no cobrara y después cobraba muy mal pensando que quizá me dirían que no.
‘‘A todos nos pasa y es normal: al inicio no sabemos cuánto cobrar, pero después aprendes el valor de tu trabajo y, para bien o para mal, te empiezas a comparar con personas que dan el mismo servicio y así poco a poco vas aprendiendo”
¿Al inicio lo hacías tu sola?
Sí. Hasta hace dos años y medio o tres, mi novio se unió y me ayudaba en algunas actividades, actualmente él se dedica completamente a esto. Ahora, a raíz de Food Police por fin separamos y creamos la agencia de comunicación: Comida Counseling, ahí trabaja más gente con nosotros fotógrafos y community manager.
¿Qué está sucediendo ahora con Food Police?
Estoy en una etapa de ‘crisis’ (risas) porque a raíz de Food Police fundé una agencia de comunicación gastronómica, que se llamaba igual. Hoy mi trabajo en la agencia absorbe casi todo mi tiempo. Ya no tengo 24 años ni el mismo tiempo que tenía antes, cuando inició todo. Antes solo era mi hobby, los primeros dos años se convirtió en mi único proyecto y pude dedicarle todo lo que en ese tiempo tenía, ahora ya no.
¿Cómo era darle vida a Food Police en sus inicios?
Los textos eran lo más importante, por supuesto las fotos igual, pero siempre tenía que haber una historia que contar detrás de cada imagen, actualmente creo que lo más importante son los vídeos o el contenido audiovisual.
¿Te está costando entrar en el mundo audiovisual?
Al inicio sí porque no quería que se perdiera mi esencia de compartir historias, es decir, seguir haciendo mi trabajo de recomendación y al mismo tiempo contar una historia. Constantemente me pregunto, ¿cómo puedo continuar, reforzar o nuevamente crecer, en un entorno de personas que todavía no me conocen, porque la cuenta sigue creciendo cada día, y sin dejar a un lado la narrativa en mi contenido? Es decir, ¿cómo hago videos sin dejar a un lado los textos y las cosas que tengo que decir, cuando un video debe durar unos cuantos segundos. Es un poquito complicado, pero he ido aprendiendo y de algún modo mis seguidores también han ido aprendiendo a entender mi contendido.
Food Police es más que una página de recomendación gastronómica, también es la red social personal de Jazmín Hernández, donde podemos ver contenido delicioso, divertido y muy personal. Jazmín nos comparte su vida al lado de Adolfito, su prometido y socio; comparte su vida y lucha constante por ser una persona real que incluye lo ‘fit’ y el ejercicio en su rutina; creó ‘el club del jugo verde’ para invitar a las personas a ser más saludables; escribe sus pasiones, intereses, preocupaciones y días malos.
¿Cómo compaginas tu vida laboral con la personal en Food Police?
De hecho, tengo una cuenta personal, pero nunca subo ni comparto nada. Yo identifico tres tipos de audiencia en mis redes: la industria gastronómica, que es la más rentable que tengo; la segunda son los comensales, pueden ser estudiantes, amas de casa, empresarios, novios, trabajadores o cualquier persona que busqué una recomendación para comer rico y la tercera son mujeres jóvenes que buscan ‘modelos a seguir’, gente que las inspiré y son las que se enganchan al contenido personal, y a veces es el que más dejo de hacer por el exceso de trabajo que tengo. La verdad es que a pesar de ser un público que no me generé económicamente, sí lo es en la parte personal. Sin duda creo que esa comunidad es la más fuerte y fiel que se ha formado en mis redes.
“Ahora está muy de moda el ‘quiérete como eres’, pero si yo me quiero a mí misma con bótox, con jugo verde, con masajes reductivos y esas cosas, también son válidas, y eso es lo que yo también transmito. Muchas veces queremos hacer cambios físicos y mentales que no nos gustan, pero como los de hoy es literal no ‘modificarnos’ porque ‘así como estamos somos bellas’ muchas veces nos quedamos con las ganas y no hacemos nada”.
Jazmín Hernández es sincera, directa, sarcástica y divertida. Te enseña dónde se come rico, desde un restaurante de ‘la alta socialité’ hasta el puesto de tacos banqueteros, principalmente en la Ciudad de México. Te comparte su vida diaria, donde podrás leer desde una mañana acompañada de ejercicio, el proceso de elaboración para su boda, Adolfito, su prometido, y te motivará a comer sano, aunque lo que verás con frecuencia será comida deliciosa.