De Yucatán para todo México, mero estilo tikin xic
MÉXICO.- El mero es una de las especies de escama marina que han destacado por ser una las principales alternativas de pesca para el litoral del Golfo de México y Mar Caribe. Los meros son un grupo de unos veinte géneros de la subfamilia Epinephelinae; presentan un cuerpo robusto, con una cabeza grande en la que resaltan los ojos globosos y unas grandes mandíbulas.
Esta pesquería ha sido de gran relevancia social y económica para las comunidades pesqueras de la Península de Yucatán, en las que participa una flota artesanal o ribereña y otra de mediana altura con diferente poder de pesca, que concentran sus actividades pesqueras en distintos componentes del capitla de mero (juveniles y adultos), causando interacciones tecnológicas entre las flotas.
El mero es un pescado semigraso que aporta tan solo 6 g por cada 100 g de porción comestible, además de vitaminas del grupo B2, B3, B6, B9 y B12. En el tema de minerales el mero contiene potasio, fósforo, sodio, hierro, magnesio, zinc y calcio.
La carne del mero es blanca, firme, consistente y una de las más apreciadas en gastronomía por su sabor y textura suaves. El mero puede prepararse asado al horno, asado a la plancha o guisado.
Por ser Yucatán su principal productor, hoy le compartimos una receta de mero guisado al estilo tikin xic (en maya yucateco quiere decir “pescado seco”) y que entre ingredientes destaca un producto típico de la región: el achiote.
Antes de entrar propiamente en la receta, le compartimos el total de la producción de algunos de sus ingredientes, que nuestro generoso campo nos obsequia:
- Achiote (2019): 740 toneladas
- Ajo: más de 82 mil 900 t.
- Naranja: más de 4.6 millones de t.
- Hojas de plátano (2019): 44 mil 742 t.
- Cebolla morada: 28 mil 908 toneladas
- Champiñones (2019): 13 mil 540 t.
Ahora sí, te compartimos esta deliciosa receta.
SABÍAS QUE…
Las especies de mero, como otros productos pesqueros de escama, presentan abundancia y características biológicas específicas, pero convergen en su distribución en algunas zonas del Golfo de México y Mar Caribe, razón por la cual se han establecido medidas de manejo y de regulación para su aprovechamiento sustentable.