Amaranto procesado, alegría de productores
- Puebla destaca como el principal productor, con más del 60% de superficie sembrada a nivel nacional, y su región oeste centro (Tochimilco, Atzitzihuacan y Cohuecan) aporta el 50% de la superficie nacional de producción.
MÉXICO.- El Colpos —organismo descentralizado de la Secretaría de Agricultura- realiza innovación y desarrollo tecnológico para el campo, que a los productores de menor escala los beneficia de manera directa en su desarrollo económico y social, por ello, y como parte esencial de su misión institucional ha diseñado una maquina reventadora de amaranto. Este equipo cuenta con un diseño sencillo, fácil manejo y mantenimiento, así como un precio accesible, que se ha difundido y opera en las principales regiones productoras de amaranto del país (Puebla, Tlaxcala, Ciudad de México, Morelos y Oaxaca) y en la República de Chile.
Esta innovación hace posible el acceso a equipos de reventado de semilla con tecnología apropiada, para comunidades donde se produce el amaranto, y que les permitirá ofrecerlo en diversas presentaciones, como son cereales, alegrías, granolas, harinas, pinoles, atoles, galletas, asimismo, adicionado en una diversidad de platillos de la cocina mexicana. Además, se atiende una situación: el proceso de transformación a escala industrial se centraliza en pocas empresas, especialmente el reventado de la semilla (que constituye la base para disponer de materia prima para elaborar una gran variedad de productos nutritivos), cuyos centros de transformación están en Morelos y la Ciudad de México.
Por lo que el acceso a este proceso en las zonas productoras hará posible de detonar actividades económicas de agregación de valor mediante la elaboración de productos a base de amaranto reventado, ya sea por el grupo que tenga el equipo o aquellos que puedan acceder al producto reventado a través del servicio de maquila.
Actualmente, el amaranto sigue subestimado y subutilizado, no obstante el potencial de rendimiento y cualidades nutricionales que lo hacen una opción viable, nutritiva y económica para la alimentación humana e impulsarlo es el reto.
En México se cultivan alrededor de tres mil hectáreas que producen más de cinco mil toneladas de amaranto.
