Agronegocios

“De la Huerta”, un espacio de productos orgánicos y de estilo de vida sustentable

Magdiel Olano

PUEBLA, MÉXICO.- Si lo ves de paso parece más una galería: con tapices garigoleados, luces cálidas de candiles; cajetes, frascos y paquetes dispuestos por tamaños; frutas y verduras asemejando un bodegón; y hasta una pequeña salita al fondo del lugar.

Pero si echas un segundo vistazo se trata De la Huerta, un espacio creado por María Huerta que se ubica en la 3 Sur 2507, dentro del primer cuadro de la ciudad de Puebla, el cual busca promover la agroecología y generar estilos de vida más sustentables a través de la promoción de productos orgánicos y cuidadosos del medio ambiente. Además de apoyar proyectos en los que predomine el género femenino como factor de progreso.

El lugar abrió hace unos 8 meses, pero tiene como sustento un rancho ubicado Ayotoxco Puebla, un campo familiar en el que trabajan desde hace 8 años, y en el que bien conviven frutas verduras y hasta la apicultura, pues el hermano de María cosecha principalmente cítricos y plátano, mientras que su hermana, bióloga, se dedica a la apicultura con el más cuidadoso proceso, desde ser amigables con las abejas hasta envasar en recipientes ecológicos.

Estos productos no son los únicos que se ofertan, en los estantes del establecimiento se encuentran perecederos de una decena de productores locales: huevo orgánico de la Mixteca poblana: salsas, pomadas y cremas,  el café Dos Culturas, que se traen de Pahuatlán; y también  el Café Femenino que viene desde Chiapas.

El trabajo de reunir a todos estos productores no  es en solitario, se trata de un trabajo colaborativo con Tawa —ubicado en la zona de bugambilias, Puebla—, y Altsil, un lugar de Chiapas con los que ha creado redes de fortalecimiento y promover la cosecha local.

Según María de la Huerta, la idea de estos tres (De la Huerta, Tawa y Altsil) es mantener no sólo los productos, sino generar un intercambio de saberes, conectar ideologías y establecer vínculos con otros productores de alimentos libres de procesos químicos.

COMERCIALIZADORA

De la Huerta funge como un canal de comercialización adecuado para los productores.  Si bien una de las problemáticas a las que se enfrentan los comerciantes de productos orgánicos son los costos, María opina que ésto es un “falso” y no tendría que ser así.

Muchos de los lugares que ofertan productos orgánicos lo hacen con insumos importados, lo que genera un aumento en los costos, además de que se venden en ciertas tiendas “especializadas” con una visión mercantilista que aumenta sus márgenes de ganancia, creando beneficio sólo para el intermediario y no para el productor ni para el consumidor.

Ella plática que entre más corta sea la cadena de consumo favorece a disminuir los previos, al mismo tiempo “cuando consumes local el costo-beneficio es mayor”. La miel, especias, huevo o verduras que se encuentran en este sitio, no son más caras que lo que se venden bien en el mercado, bien a las grandes cadenas de tiendas.

A la charla se une Favio Pumarino, dueño de Tawa y colaborador de De la Huerta:

“La realidad es que también son productores bien consientes porque no te manejan márgenes altos, siempre tratan de respetar la congruencia en eso, no nos vamos a lo que otras tiendas orgánicas buscan”.

Intercambiando opiniones, ambos coinciden en que habría que eliminarse la idea de que comer sano tendría que ser sólo para grupos de élite.

“Cómo tienda es bien difícil mantenerse para comprar y vender, pero nosotros queremos abarcar otros proyectos, trabajar con los productores, trabajar en el tema de capacitaciones. Es mucho más amplio que solamente un punto de venta”, dice

La meta es que cada sino de los productos tengan el reconocimiento de la gente que “empiece a valorar esto, que empiece a patrocinar con su economía, proyectos que al final a todos nos van a beneficiar”, dice Favio hacia el final de la charla.

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