Biofertilizantes detonarán producción de trigo
MÉXICO.- El uso de biofertilizantes es un aliciente para reducir la dependencia de trigo del exterior y propiciar la recuperación de suelos y mejorar la eficiencia en el uso de agua, afirmó Marcel Morales, director de Biofábrica Siglo XXI.
Si bien hay intención de disminuir la dependencia del exterior, dijo, el país tiene un enorme reto porque los suelos aptos para el cultivo de trigo se encuentran erosionados
Esas zonas también han perdido su fertilidad por el uso indiscriminado de agroquímicos, prácticas agropecuarias inadecuadas, y la escasez de agua se ha convertido en otra limitante, puntualizó en un comunicado.
Datos del Servicio de Información Agroalimentaria y Pesquera (SIAP) revelan que la producción promedio de trigo fue de 3.7 millones de toneladas durante los últimos años.
Pero la importación de grano panificable alcanzó su máximo histórico con 4.9 millones de toneladas en 2017, lo que representó pagar mil millones de dólares a productores de otros países.
Apuntó que Sonora es el principal productor de trigo en México, al aportar 52 por ciento de la producción nacional, y es uno de los estados donde este cultivo pudiera incentivarse en más de dos mil hectáreas.
Sin embargo, Morales refirió que es una de las entidades más perjudicadas por la desertificación -que afecta a entre 80 y 97 por ciento del territorio mexicano- y ocupa el segundo lugar nacional en cuanto a superficie de suelos con erosión severa y muy severa.
El manejo del agua -97 por ciento de todo el recurso se destina al sector agrícola—es otro grave problema por la salinidad y la contaminación que han acarrado la sobreexplotación de los acuíferos, los deficientes sistemas de drenaje, la mala nivelación de los terrenos, el abuso en el uso de fertilizantes químicos y los altos índices de ineficiencia en el riego.
Hoy se requieren entre 18 mil y 20 mil pesos para establecer una parcela de trigo, donde la fertilización química absorbe entre 40 y 45 por ciento por ciento del costo total.
Con el uso de los biofertilizantes se pretende reducir la aplicación del fertilizante químico entre un 30 a 50 por ciento, con un incremento en los rendimientos del orden del 20 por ciento, sostuvo.
“El uso de esta tecnología con su impacto en la productividad, aunado a los estímulos económicos a la producción que otorgará el gobierno federal a básicos, podría incentivar el cultivo del trigo para reducir importaciones”, que hoy corresponden al 75 por ciento del consumo nacional, argumentó.
“Pero esto debe hacerse acompañado de insumos que permitan regresar la fertilidad a los suelos y, por tanto, dar viabilidad en el mediano y largo plazo a la siembra de este grano”, insistió Marcel Morales.
La producción promedio es de seis toneladas de trigo por hectárea en Sonora y hasta el año pasado la tonelada de trigo se pagaba en tres mil 500 pesos y, de acuerdo con lo anunciado por la Secretaría de Agricultura y Desarrollo Rural (Sader), a partir del ciclo de cosechas otoño-invierno 2018-2019 se pagará cinco mil 790 pesos por tonelada.