Agricultura

Todos debemos pagar por el agua que consumimos

Magaly Herrera

Ciudad de México.- El sistema hídrico actual urge un replanteamiento profundo que sume la participación de los campesinos para garantizar un abasto efectivo, constante y de calidad en todo el país, afirmó el director general de la Asociación Nacional de Empresas de Agua y Saneamiento en México (ANEAS), Roberto Olivares.

En entrevista telefónica para La Campiña, estimó que sólo un 50 por ciento del agua en México es tratada de forma adecuada, y un 20 por ciento se destina a la agricultura de forma gratuita. Sin embargo, no hay un marco legal vigente que sume al campo para asumir los costos del uso de esta agua.

Roberto Olivares explicó que la industria y los sistemas de saneamiento en las zonas urbanas asumen el costo con el pago de tarifas del agua que es tratada y devuelta a los cuerpos hídricos del país donde fue tomada.

Pero, en este ciclo, un 20 por ciento es tomada por los productores para riego agrícola sin pagar un precio por ella, lo cual significa una evasión a la responsabilidad económica y social que debe ocuparnos a todos los mexicanos.

“Hablar del uso en la agricultura es un terreno pantanoso en el que nadie quiere meterse. Hace 15 años se formó una iniciativa para ponerle una cantidad mínima al uso hidroagrícola para el pago de derechos, pero hubo una protesta social que hizo que no trascendiera y dudo que vaya a generarse un esquema regulatorio al respecto porque toca fibras muy sensibles”, apuntó.

En una estimación inmediata se calcula que el valor de las aguas residuales tratadas que hoy se ocupan en el campo alcanza unos mil millones de pesos anuales.

Por esto, Olivares demandó a los tres órdenes de gobierno ocuparse del análisis del tema para crear un marco regulatorio en el que todos los sectores de la población asuman una responsabilidad económica que coadyuve a construir una mejor expectativa sobre la disposición de agua en México.

“Hay que replantear la estructura hídrica en nuestro país, ver cuánto aporta cada orden de gobierno y cuánto le corresponde al consumidor, y no permitir que los asuntos del agua se vean de forma oscura, y que en campañas políticas ofrezcan agua de mejor calidad y gratis, y cuando están en el gobierno se oponen a que se incrementen las tarifas o ellos no la pueden subsidiar”, sentenció.

El director del ANEAS abundó que en nuestro país el costo del metro cúbico de agua se estima en 35 pesos, pero la tarifa que se paga es, en promedio a nivel nacional, de ocho pesos, lo cual deja un margen de responsabilidad en el costo que asumen los sistemas de saneamiento.

Mientras eso ocurre en México, en países como Estados Unidos el usuario asume el costo de esos 35 pesos que se invierten en la extracción del agua hasta su disposición en la llave, y además paga una tarifa doble de 70 pesos por metro cúbico para generar una reserva que le garantice el abasto de agua en caso de una contingencia.

Roberto Olivares hizo un llamado a las autoridades para atender el tema del agua en México con otro enfoque, sin expectativas catastróficas, sino como una “bomba de tiempo que hay que desactivar” a través de la participación de todos los actores, incluyendo a los campesinos.

“Opciones hay, pero cuestan, y eso depende de una cultura que se debe establecer por la vía de la información e involucramiento de las autoridades y la sociedad para ocuparnos; en lugar de eludir responsabilidades, debemos jugar el rol que nos corresponde”.

Además de crear un marco normativo en el pago de tarifas o subsidios, dijo, también debe valorarse el recurso que debe destinarse para la modernización de más del 40 por ciento de la infraestructura hídrica en el país que tiene más de cuatro décadas sin sustituirse.

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