Brote de Covid-19, un norte para entender plagas agrícolas

MÉXICO.- En cuanto a epidemias se trata, lo que se aplica a los humanos se aplica a las plantas, y los epidemiólogos saben muy bien lo que sucede en un caso como el del virus del Covid-19, asegura el investigador Hans Braun, quien señala que conocimientos derivados del trabajo con diversas enfermedades del trigo, se pueden tomar como aprendizaje en estos momentos.

Hans Braun es director del Programa Global de Trigo, y como tal, menciona que los modelos epidemiológicos para humanos —como el que atraviesa ahora el mundo entero— tienen mucho en común con la epidemiología vegetal, por lo que el estudio en uno puede orientar a entender el otro.

En una entrevista con el CIMMYT, el experto señaló que las epidemias del trigo se remontan a los tiempos bíblicos, tanto así que hoy los científicos del trigo creen que los “siete malos años” de cosecha de Egipto a los que se hace referencia en la Biblia se debieron a un brote de roya.

En el caso del nuevo coronavirus, tomó unos meses para que éste se propagara por todo el mundo, y aunque las enfermedades de trigo tardan unos 5 años en globalizarse, su transmisión y propagación de ocurre de un modo muy similar a como se propagó la enfermedad que hoy aqueja a todo el mundo:

“Si tenemos un campo de trigo sembrado con una variedad que es resistente a la roya y después se obtiene una espora que muta y vence la resistencia —como el Covid-19 vence el sistema inmunológico humano— toma alrededor de dos semanas para que esporule de nuevo y produzca millones de mutaciones. Esporulan una vez más y obtenemos miles de millones y billones de esporas. Posteriormente, los campos de trigo a nivel local, nacional y, en el peor de los casos, regional se dañan gravemente y en el peor de los casos van a morir.

Las personas que ingresaron a un campo de trigo infectado también pueden llevar consigo esporas en la ropa o en los zapatos. Tomemos a Australia, por ejemplo, que tiene leyes de cuarentena muy estrictas; está rodeado por el mar y, aun así, eventualmente, obtienen las nuevas razas de roya que vuelan alrededor o vienen con los viajeros. Uno simplemente no puede evitarlo”.

UN NUEVO CORONAVIRUS

El Covid-19 se trata de una nueva especie de coronavirus del cual especialistas en salud apenas aprenden su comportamiento, es por ello la forma exponencial que ha tenido, además de la carencia de una cura; así también, dice Braun, si hay una nueva raza de una determinada enfermedad en un cultivo, en ese momento la planta no tiene un mecanismo de defensa, como los humanos en el caso del Covid-19, porque no hemos desarrollado ninguna inmunidad.

Añade que mientras que en los países desarrollados los agricultores pueden usar productos químicos para controlar las enfermedades de las plantas, los agricultores de escasos recursos no tienen esta opción, debido a la falta de acceso o si la protección de las plantas no se ha registrado en su país.

El problema, dice, es que no se puede poner en cuarentena el trigo; “i el clima es favorable, estas esporas volarán a todas partes y, al igual que con el Covid-19, no necesitan pasaporte para viajar”.

Así como ha sido un reto para los expertos en salud entender el funcionamiento del nuevo coronavirus que se propagó por todo el mundo y se está invirtiendo en investigación, así también debería invertirse en la investigación en plantas, ya que ellas aportan a la seguridad alimentaria mundial:

“En la actualidad, con una pandemia humana, las personas están preocupadas por la cadena de suministro desde el procesamiento de alimentos hasta el supermercado. Pero si tenemos una epidemia en las plantas, entonces no tenemos la cadena de suministro desde el campo hasta la industria de procesamiento de alimentos. Y si la gente no tiene nada para comer, saldrán a las calles y veremos violencia. Simplemente, no podemos dejar esto de lado”.

Finalmente, dijo que si el desastre del Covid-19 tiene algún lado negativo, es “que nuestros gobiernos se den cuenta de que tienen que desempeñar un papel mucho más serio en muchas áreas, en particular la salud pública y el control de enfermedades en humanos, pero también en plantas”.