Entrevistas

¿Cómo logró Puebla incrementar 473% sus exportaciones agroalimentarias? 

Magaly Herrrera

PUEBLA, MÉXICO.- La vinculación de los productores con los mercados y una reducción del intermediarismo o coyotaje fue la fórmula mediante la cual el estado de Puebla consiguió un aumento en sus exportaciones agroalimentarias en un 473 por ciento (INEGI) en tan sólo dos años (2015-2017), afirmó el secretario de Desarrollo Rural, Sustentabilidad y Ordenamiento Territorial (Sdrsot), Rodrigo Riestra Piña.

Esta cifra que parecía casi imposible de alcanzar para un estado donde existe una alta pulverización en la tenencia de la tierra (2.7 hectáreas por productor) y un problema de inseguridad por el robo de combustible en la segunda región hortícola más importante del país pende de una política pública que hoy pretende afianzarse como una práctica al margen de los cambios gubernamentales.

En el 2015 las exportaciones del sector agroalimentario alcanzaron ingresos por 90 millones de dólares (casi mil 800 millones de pesos) y para el cierre del 2017 se logró un crecimiento a 519 millones de dólares (equivalentes a más de 9 mil millones de pesos).

Con estas cifras Puebla obtuvo el primer lugar nacional en exportaciones agroalimentarias por encima de estados como Sinaloa donde el aumento de sus exportaciones alcanzaron sólo el 299 por ciento. En consecuencia, el estado también consiguió un crecimiento del 9.6 por ciento del Producto Interno Bruto (PIB) primario a comparación del aumento promedio en el resto del país que apenas alcanza el .9 por ciento.

En entrevista con LA CAMPIÑA, Rodrigo Riestra explicó que para lograr este cambio sustancial en el sector primario fue imprescindible enfocar como pilar en la política pública estatal dirigida al campo la vinculación con los mercados. Así el pequeño productor comenzó hacer alianzas de forma directa con su comprador, relegando a los intermediarios y mejorando la calidad de sus productos según los estándares que demandan los mercados internacionales.

“Si los enlaces comerciales hoy son directamente con los productores, ahí tenemos una incidencia directa en el incremento de los ingresos de los hogares en nuestro estado”, apuntó.

Actualmente, dijo, Estados Unidos (EEUU), Canadá, Centro y Sudamérica hoy son el destino de productos poblanos como: café, vainilla, pitaya, pitahaya, pimienta, chile habanero, tejocote, amaranto, tuna, chile serrano y chipotle, jengibre, ornamentales, flor de calabza, pimiento morrón, hierbas aromáticas (manzanilla, té limón), orégano y cítricos.

Además de las hortalizas: brócoli, cebolla, , champiñón, chayote, cilantro, col, ejote, epazote, huazontle, jitomate, nopal, rábano, tomate verde y verdolagas.

No obstante que hay una ruta histórica en las exportaciones en el propio continente, Puebla logró consumar ventas a la Unión Europea de café, miel, vainilla, mezcal, pimienta, limón persa, champión, orégano, huevo, flor de calabaza, chile chipotle y chile ancho.

Y, para África y Asia, hoy se comercializa vainilla, chile habanero, orégano, huevo y hierbas aromáticas.

Si bien hoy todas las cadenas productivas en el estado cuentan con esquemas de Agricultura por Contrato, a través de los cuales el gobierno de Puebla realiza un enlace comercial entre productores y firmas internacionales, el desafío es conseguir que estos acuerdos continúen entre dos partes privadas sin mediación gubernamental.

¡ADIOS AL COYOTAJE!

El programa Agricultura por Contrato, pilar de esta política pública para aumentar las exportaciones agroalimentarias también consiguió incidir en una disminución del intermediarismo, ya que sólo así los campesinos (que conocen todo el sistema de producción) lograron alcanzar las certificaciones que demandan para la venta de sus productos en el extranjero.

“Cuando las empresas llegaban encontraban intermediarios y ellos hacen más difícil la cadena productiva porque encarecen el producto. Sin ellos se logra un mejor precio para el consumidor y un mayor precio para el productor”, explicó Rodrigo Riestra.

Uno de los ejemplos más emblemáticos es el de la vainilla, la cual se pagaba entre 100 y 150 pesos el kilo en verde y hoy la comercializan entre 270 y 300 pesos el kilo. En el caso de la vainilla beneficiada (seca) los productores hoy reciben hasta 7 mil pesos por kilo.

“Esta situación antes no se daba porque el intermediario la compraba en verde y no permitía que el productor la beneficiara (secara) para darle mayor valor agregado. Así, ellos (los intermediarios), le daban el valor agregado a costa de mal pagar a los pequeños productores”.

Aunque aún no hay datos numéricos que permitan conocer la disminución real del coyotaje es una de las variables que más han incidido en consumar la política de exportaciones en el estado, la cual podría ser replicable en el resto del país, consideró Riestra Piña.

(Primera Parte)

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