Desarrollan el primer proyecto de restauración de suelos agrícolas en Puebla
Con el propósito de fortalecer la producción de mejores alimentos a partir de la preparación adecuada de los suelos, la Fundación Produce desarrolla el Primer Proyecto Nacional de Restauración de Suelos Agrícolas en coordinación con los sectores productivos y los distintos niveles de gobierno.
En entrevista con La Campiña, el director de la Fundación Produce Puebla, Mauricio Mora Pérez, explicó que en la actualidad la relación tierra-planta-alimento está rota, y en consecuencia la producción de alimentos carece de la calidad que se requiere por defectos de origen; “si tenemos suelos fértiles, con mayor materia orgánica para captar mejor el agua, vamos a generar una mayor producción y por lo tanto más alimentos de calidad”.
Por ello, el impulso de este Proyecto Nacional de Restauración de Suelos Agrícolas, pretende centrar la atención en los suelos que han sido afectados por el exceso de agroquímicos o por la erosión, así como el deterioro por el derrame de hidrocarburos situación que ha proliferado en los últimos años en el estado de Puebla.
Este daño a los suelos, dijo, ha causado que baje la productividad en el sector agropecuario porque donde antes se “levantaban” cosechas de hasta tres toneladas de maíz ahora se cosechan 600 kilos; “por ello el esfuerzo se centra en impulsar este proyecto de restauración de suelos agrícolas y ganaderos“.
Mauricio Mora enfatizó que el sector productivo ha puesto a disposición todas las innovaciones tecnológicas que existen, sin necesidad de usar demasiados agroquímicos, porque no será posible sustituirlos, pero sí reducir su volumen y constancia de uso.
Resaltó que en la actualidad también se promueve la conservación y el cuidado de la biodiversidad genética, como la defensa de las semillas nativas de maíz, de frijol y de otros productos que son parte de la dieta del mexicano, ya que “no necesitamos transgénicos sino aumentar la productividad de lo que ya se produce en nuestro territorio.”
Como parte de una atención integral a la producción de alimentos, agregó que la implementación de tecnologías verdes contempla el esquema de “cosecha de agua in situ”, pues “otro gran problema es el abastecimiento de agua, por lo que ya no manera de seguir perforando más pozos, hay vetos importantes en las zonas agrícolas. El riego por goteo o presurizados, son otras alternativas así como la caja de cartón que se pone a la par cuando plantas un árbol y esa caja capta el agua de lluvia, aproximadamente 15 litros, misma que va perneando poco a poco y al año y medio se degrada”.
Concluyó que para implementar estas tecnologías se requieren de apoyos gubernamentales dirigidos a los pequeños productores con el fin de que puedan hacer frente a todos los desafíos en la producción de alimentos, principalmente a los que son consecuencia del cambio climático.
“Cualquier cambio tecnológico tiene costos, tenemos que armonizar las demandas y necesidades de los productores con las inversiones privadas y públicas. Por ejemplo, en el caso de la manzana una granizada afecta el 40 por ciento de la producción necesita una malla antigranizo, pero esto implica un gasto de 185 mil pesos para adquirirla y el pequeño productor no tiene ese recurso es allí donde se requiere de que el gobierno otorgue el apoyo para que el agricultor haga cambio y se defienda ante las inclemencias del cambio climático”, apuntó.