Documentan la lucha de los guardianes de las semillas en Yucatán
MÉXICO.- Investigadoras del INAH recopilaron y documentaron en un libro la lucha de más de 18 años de guardianes de las semillas nativas del sur de Yucatán, pues estos granos están íntimamente relacionados con la soberanía alimentaria y son parte importante de su patrimonio biocultural, de su territorio y de sus derechos elementales.
Para ello, durante cuatro años trabajaron de la mano con el colectivo Guardianes de las Semillas, y de la organización Misioneros AC, lo cual dio origen a la publicación del libro Nuestras semillas, nuestras milpas, nuestros pueblos. Guardianes de las semillas del sur de Yucatán.
La obra realizada por las investigadoras Margarita Rosales González y Gabriela Cervera Arce, indaga los elementos referentes a la concepción, siembra y registro de la amplia variedad de semillas que se utilizan al sur de dicha entidad, una diversidad agrícola relacionada tanto a lo biológico como cultural de los campesinos.
En una presentación del libro, organizada de forma virtual por el Instituto Nacional de Antropología e Historia (INAH), el profesor investigador del Centro INAH Veracruz, Eckart Boege Schmidt destacó el valor de la obra al señala en este momento las amenazas están sobre las milpas, los territorios y los alimento, particularmente de dicha zona.
Añadió que la publicación no sólo aborda el tema de las semillas o del maíz en sí, sino también de las milpas y los pueblos, donde destacó la figura de los guardianes, quienes son unos verdaderos protectores de la riqueza biológica y los saberes.
Las milpas, dijo, últimamente han tenido un nuevo significado al reconocerse su valor y productividad de cara al futuro, por lo que cual es importante tener un inventario de las semillas:
“La milpa es el laboratorio más importante en la domesticación y adaptación mesoamericana de las semillas, cuyos agroecosistemas tienen más de 3 mil de uso continuo”.
AGROECOLOGÍA, UN RETO
La investigadora del Centro INAH Yucatán, Margarita Rosales González, quien es una de las autoras, indicó que la agroecología sigue siendo un reto, pues se está experimentando con el mejoramiento de las semillas, el uso de los biofertilizantes y el control biológico de plagas.
Por su parte, Idelfonso Yah Alcocer, miembro del colectivo Chacsinkín, consideró que el libro es relevante para que los jóvenes sepan la importancia de proteger las semillas nativas, porque para su comunidad son sagradas, ya que a sus abuelos les merecían respeto, al ser las que dan vida.
“Nos enseñaron a cultivarlas cada año, porque son nuestra vida, la comunidad, el pueblo, por eso no queremos que se pierdan. Como mayas, contar con ellas es un derecho de nuestro pueblo, como también el territorio, pues donde están las semillas está el territorio, están los pueblos; son de todos”.
El libro, dijo, “es una especie de protección para decir que las semillas son de quienes las cultivan y consumen, por ello, es importante que la gente se entere del trabajo que se hace en la península de Yucatán en torno a los granos, porque se trata de un conocimiento sabio sobre una alimentación sana”.
A DESTACAR
La obra Nuestras semillas, nuestras milpas, nuestros pueblos. Guardianes de las semillas del sur de Yucatán, se puede consultar de forma gratuita en este enlace: https://bioteca.biodiversidad.gob.mx/libros.html
