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Nektsitsin Tekitinij , la lucha por conservar la miel melipona de Cuetzalan

Magdiel Olano

PUEBLA, MÉXICO.- Dentro de ollitas de barro empotradas, una sobre de otra, los nahuas de la sierra norte de Puebla en Cuetzalan cultivan las colmenas de las “pisilnekmej”, una abejita sin aguijón domesticada desde épocas prehispánicas que, por producir miel con gran valor nutricional y medicinal proporciona ingresos económicos y representa una riqueza ambiental y cultural invaluable en el municipio.

Ejemplo de ello el Colectivo Nektsitsin Tekitinij (Abejitas Trabajadoras), un grupo conformado mayormente por mujeres que tiene una propuesta enfocada al rescate de los saberes culinarios nahua con los productos que se cosechan de este tipo de abeja como son el polen, el propóleo y la miel y los cuales, aseguran, ayudan al sistema inmune en la crisis contra el Covid-19.

Por su proyecto “Rescate y difusión de bebidas tradicionales y usos medicinales de la miel melipona de Cuetzalan, Puebla”, recientemente el colectivo resultó ganador de la primera Convocatoria del Fondo Iberoamericano de Cocinas para el Desarrollo Sostenible (Ibercocinas).

PISILNEKMEJ, LA ABEJA PEQUEÑITA

De nombre científico Scaptotrigona Mexicana y nombrada en náhuatl como pisilnekmej (abeja pequeñita), esta abeja que vive y se cultiva en Cuetzalan es reconocida por ser una especie sin aguijón que produce una miel más líquida y ácida, y que es aplicada principalmente al uso medicinal.

En la región se cultivan formando colmenas dentro de ollitas de barro, poniendo una debajo de la otra, las dos tienen un orificio en medio a través del cual las abejas construyen una especie de corneta de naturaleza cerosa por donde entran y salen. En la olla de abajo se hallan la abeja reina y sus crías; en la de arriba se produce la miel.

En la época de calor (abril, mayo y junio), las abejas salen a pecorear. No lo hacen si llueve o hace frío, por eso los nahuas extraen la miel y el polen en la mañana, cuando hay sol. El cambio de clima y la falta de floración hacen que la producción de Scaptotrigona mexicana sea de menos de medio litro de miel por colonia al año.

Según explicó en entrevista con LA CAMPIÑA Fernando Márquez, miembro de Nektsitsin, Cuetzalan mantiene el primer lugar nacional en producción de este tipo de miel con 9 mil litros anuales que, aunque parezca una cantidad menor, es una gran medida en proporción al trabajo que realizan las abejitas.

NEKTSITSIN TEKITINIJ

Fernando Márquez señaló que son un colectivo de nahuas dedicadas a capacitar a mujeres indígenas en la meliponicultura (la cría y manejo de abejas sin aguijón), el cual tiene trabajando tres años para visibilizar la importancia de estas abejitas, sobretodo porque generalmente se tiene la idea errónea de que sólo existe un tipo de abeja que produce miel dulce.

De la mano de las mujeres indígenas, procuran no sólo el rescate y difusión de las Pisilnekmej, sino también el uso de productos nativos cosechados en el Kuojtakiloyan (“bosque útil”), ese espacio donde crece la vida, del que dependen todos los seres y del que todos estamos conectados desde el nacimiento hasta la muerte.

Además, las mismas cocineras incentivan los saberes gastronómicos y prácticas culinarias ancestrales con base en la miel, polen, propóleo y otros productos naturales para volver a los orígenes, como el endulzante natural que es la panela, el maíz a través de la masa, la canela o la flor de bugambilia.

Por recetas tradicionales como el atole de polen, agua energizante de polen y té de bugambilia con miel virgen, esta red de jóvenes emprendedores resultó ganadora en la primera Convocatoria Ibercocinas, donde participaron junto a otros 170 proyectos de países como Argentina, Chile, Colombia, Ecuador, Perú, Panamá y diversos estados de México.

El meliponicultur Fernando Márquez explicó que esta práctica tiene múltiples beneficios, dentro de los primeros se encuentra el significativo impacto que genera sobre la producción agrícola y forestal por su acción polinizadora, y los productos resultantes fortalecen a dos de los sistemas que actualmente se han visto severamente afectados por el Covid-19: el inmunológico y el respiratorio.

Asimismo, añadió que buscan que los productos elaborados por las mujeres sean para autoconsumo, pues aunque la región es productora, el litro de esta miel oscila entre los 800 a mil 500 pesos, un precio inaccesible para los mismos indígenas de la región. Con ello, se favorecería a los locales a la par de generar mayor reconocimiento por este insecto tan importante tanto cultural como económicamente para los pobladores de Cuetzalan.

“Queremos que conozcan que en la región de Cuetzalan hay una abeja especial para nosotros como indígenas, como población de la región, una abeja de la que dependemos totalmente”.

https://www.facebook.com/watch/?v=260337092048618

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