Expertos debaten en Puebla la defensa del maíz y la soberanía alimentaria
En la UPMP se llevó a cabo el Foro Académico para la Defensa del Maíz, un espacio de reflexión y acción colectiva organizado por Revista La Campiña y la Colectiva por el Bienestar Social. Durante el evento, se destacó la importancia del maíz como símbolo de resistencia, identidad y soberanía alimentaria, así como la urgencia de trasladar el debate académico a las comunidades y territorios.

MÉXICO.- Escuchar voces expertas, compartir experiencias y construir caminos colectivos para la defensa del maíz y el derecho de los pueblos a decidir sobre su alimentación y su futuro fue el objetivo del Foro Académico para la Defensa del Maíz: Sembrar Conciencia para la Resistencia, realizado la mañana de este lunes en la Universidad Politécnica Metropolitana de Puebla.
Organizado por Revista La Campiña y la Colectiva por el Bienestar Social, el encuentro fungió como un espacio de reflexión y acción colectiva para fortalecer la lucha en defensa de nuestra soberanía alimentaria y reconocer al maíz no solo como un cultivo, sino como un símbolo de resistencia, identidad y autonomía.
Magaly Herrera, en representación de Revista La Campiña, señaló que el lema del foro, Conciencia para la Resistencia, recuerda que la lucha no solo debe quedarse en la academia, sino trasladarse a los territorios y comunidades, generando un diálogo vivo y transformador.
En su mensaje de bienvenida, la rectora de la UPMP, Georgina Fierro Sosa, destacó el derecho y la obligación de todos los presentes de participar en la defensa del maíz, ya que forma parte fundamental de nuestra cultura e identidad como mexicanos.
Por su parte, Rafael Francisco de la Torre Sánchez, estudiante de Biotecnología, presentó el Primer Proyecto NODESS para la protección de maíces nativos en la UPMP. Explicó que estos Nodos de Impulso a la Economía Social y Solidaria trabajan con valores de honestidad, transparencia, cooperación y humanidad. Además, detalló que colaboran con productores de Ranchería Hernández, en el municipio de Acatzingo, ayudando a mejorar prácticas agrícolas y a defender el maíz como recurso vital para la alimentación y la cultura. Su labor incluye el análisis del suelo, la implementación de prácticas sostenibles y el desarrollo de modelos de agricultura regenerativa y seguridad alimentaria.
A su vez, Néstor López Espinoza, defensor de derechos humanos e integrante de la Colectiva por el Bienestar Social, resaltó la importancia de la reciente publicación en el Diario Oficial de la Federación del decreto que reforma los artículos 4 y 27 de la Constitución, protegiendo los maíces nativos de México.
“Esta acción es fundamental porque este grano no solo es alimento básico de los mexicanos, sino que es un elemento clave de identidad, cultura y soberanía alimentaria”, expresó López Espinoza.
Haciendo un recorrido histórico sobre la lucha de los colectivos en defensa del maíz, explicó que los primeros intentos de siembra de maíz transgénico en México ocurrieron en los años 90, ya con el modelo neoliberal instaurado. Sin embargo, en 1998 se estableció una moratoria de facto que impidió su cultivo, hasta que en 2005 se promulgó la Ley de Bioseguridad de OGM, que regula el uso y liberación de estos organismos genéticamente modificados. Esta legislación, conocida como la “ley Monsanto”, permitió la introducción de estos granos bajo el pretexto de cultivos experimentales.
Raymundo Espinoza Hernández, abogado y politólogo, destacó que la defensa del maíz no es solo un proceso jurídico, sino un proceso social que lleva muchos años y que ha enfrentado diversos desafíos.
Subrayó que el Tratado de Libre Comercio de América del Norte (TLCAN) de 1994 (hoy T-MEC) es clave para entender cómo se intentó introducir el maíz transgénico en México sin una legislación clara, con desregulación ambiental y sanitaria, sin información suficiente para comunidades agrarias, pueblos indígenas y consumidores urbanos.
Hoy tenemos una nueva reforma constitucional, nuevos artículos y nuevas normas en los artículos 4 y 27. Lo que sigue es modificar la Ley de Bioseguridad, y eso es fundamental”, enfatizó Espinoza Hernández.
Para concluir, destacó que las comunidades deben ser las protagonistas de los procesos sociales, recuperando y utilizando herramientas legales que les fueron arrebatadas en el pasado.
EL APUNTE
El Foro Académico para la Defensa del Maíz: Sembrar Conciencia para la Resistencia consolidó la idea de que las palabras sembradas este día deben germinar en acciones concretas para fortalecer nuestra soberanía alimentaria y nuestra autonomía como pueblos.