Crean lombricomposta a partir de heces caninas
¿Sabías que las heces caninas en México alcanzan un asombroso volumen de siete mil 820 toneladas al día?
MÉXICO.- ¿Sabías que las heces caninas en México alcanzan un asombroso volumen de siete mil 820 toneladas al día? A pesar de esta impactante cifra, no existe una regulación para su adecuada disposición, lo que genera riesgos de salud pública y contaminación del agua, suelo y aire. Sin embargo, científicos de la Facultad de Estudios Superiores (FES) Acatlán, de la UNAM, han encontrado una solución innovadora y sostenible: el lombricompostaje, un proceso que no solo reduce los riesgos, sino que convierte este problema en una oportunidad.
El informe titulado Lombricompostaje: manejo alternativo de las heces caninas y su efecto en la reducción de Coliformes fecales y Escherichia coli destaca el potencial de esta técnica. Según los investigadores Hermenegildo Arcos Serrano y César González Guerrero, el lombricompostaje emplea lombrices rojas californianas para degradar residuos orgánicos y reducir la carga patógena. Sorprendentemente, este método es tres veces más rápido que el compostaje convencional y produce un fertilizante de alta calidad, ideal para el cultivo agrícola.
Más allá de la innovación tecnológica, esta solución ataca un problema que afecta la salud pública. Las heces caninas, cuando no se manejan adecuadamente, pueden liberar agentes patógenos como Escherichia coli, Salmonella y Toxocara canis. Estos contaminantes se encuentran en el polvo y son inhalados o ingeridos, causando enfermedades respiratorias y entéricas. Pero gracias al lombricompostaje, estas amenazas se reducen drásticamente, convirtiendo un residuo peligroso en un recurso valioso.
Además, los resultados preliminares han sido impresionantes. En el laboratorio de la FES Acatlán, una mezcla de 25% de heces caninas y 75% de hojarasca ha demostrado ser óptima para el proceso. Las lombrices, que se reproducen de manera exponencial, garantizan un manejo eficiente y sostenible de los residuos. Este fertilizante natural ya ha mostrado su efectividad en cultivos de chile, acelgas y espinacas, mejorando la calidad del suelo y el crecimiento de las plantas.
El proyecto, que ya incluye talleres y cursos para la población, busca escalarse a niveles semiindustriales con el apoyo de voluntarios y prestadores de servicio social. Los académicos también destacan el potencial del lombricompostaje para transformar jardines urbanos y promover la reforestación.
¡Un verdadero ejemplo de cómo la ciencia puede convertir un desafío en una solución sostenible y accesible para todos!
