Agricultura

Los hilos de un algodón justo y sustentable

Representa alrededor del 30% de las fibras consumidas en la industria textil del planeta y en su cadena de valor intervienen todos los sectores sociales

Redacción La Campiña

MÉXICO.- El algodón es algo más que un simple commodity. De acuerdo a la FAO, juega un importante rol en la agricultura global, al ocupar alrededor de 30 millones de hectáreas en todo el mundo50% de la producción está bajo sistema de riego, en tanto que sus volúmenes generados repercuten en el ingreso de alrededor de 350 millones de personas, sobre todo si consideramos toda la cadena de producción.

Representa alrededor del 30% de las fibras consumidas en la industria textil del planeta y en su cadena de valor intervienen todos los sectores sociales, desde los pequeños agricultores que viven en las comunidades más aisladas hasta las personas que asisten a los salones de moda más renombrados del mundo. Lo que indica que sigue siendo una de las principales materias primas del multimillonario mercado textil, así como un usuario habitual de la industria de insumos agrícolas.

Por poner algún ejemplo, basta señalar que es uno de los cultivos que más insumos agrícolas consume, se estima que utiliza alrededor del 25% de los insecticidas y 4% de del fertilizante nitrogenado empleado en el mundo. A esto se suma el impacto ambiental que tiene en diversos aspectos. Según el Fondo Mundial para la Naturaleza, se utilizan cerca de 20,000 litros de agua para producir 1 kilogramo de algodón, cantidad requerida para producir una camiseta y un par de jeans; o bien, la contaminación que genera el teñido y la toxicidad de los colorantes sintéticos.

Según el más reciente informe “Algodón: mercados y comercio mundial, publicado por el Departamento de Agricultura de los Estados Unidos, durante el ciclo 2022/23 la producción mundial alcanzó 25,844 miles de toneladas, de las que China, India, Brasil y Estados Unidos concentraron el 72%. El cultivo del algodón orgánico se ha convertido en las últimas décadas, en una alternativa sustentable para la generación de la fibra, sin embargo, su participación es todavía incipiente, se calcula que apenas representa alrededor de 1% de la oferta mundial de algodón.

En lo que se refiere a las importaciones mundiales, se estima que en el transcurso del ciclo 2022/23, se registró una cifra de 8,087 miles de toneladas, de las que China, Bangladesh, Vietnam, Turquía y Paquistán, concentraron cerca del 75%. La importación y la distribución del algodón a lo largo del mundo, depende de la ubicación de las fábricas de hilados, que a menudo también se encuentran cerca de las industrias textiles y de la confección. En el caso de China, la demanda de algodón se estabilizó hace aproximadamente 13 años, debido a las regulaciones laborales y ambientales de carácter más estricto y al aumento de los costos por el trabajo. Esto originó que muchas de estas industrias se trasladaron a Vietnam y Bangladesh, países que han constatado un aumento en su capacidad de hilado en el transcurso de la última década.

En el año de 2019, cuando por primera vez se celebró el Día Mundial del Algodón a iniciativa de los cuatro grandes productores del África subsahariana (Benin, Burkina Faso, Chad y Malí, conocidos como C-4); el Director General de la FAO, el Sr. QU Dongyu, proponía a grandes rasgos la ruta y los retos futuros y actuales que enfrenta esta actividad cuando señalaba que: “…es fundamental que el sector cumpla con los más altos estándares de sostenibilidad en todas las etapas de la cadena de valor. Necesitamos hacer las cosas de manera diferente, explorar enfoques innovadores, nuevas ideas y aspirar a resultados que beneficien a los pobres”.

Sin duda tenía razón, el algodón es algo más que un simple commodity. De acuerdo a la FAO, juega un importante rol en la agricultura global, al ocupar alrededor de 30 millones de hectáreas en todo el mundo50% de la producción está bajo sistema de riego, en tanto que sus volúmenes generados repercuten en el ingreso de alrededor de 350 millones de personas, sobre todo si consideramos toda la cadena de producción.

El algodón de México, fibra suave y cultivo generoso

Representa alrededor del 30% de las fibras consumidas en la industria textil del planeta y en su cadena de valor intervienen todos los sectores sociales, desde los pequeños agricultores que viven en las comunidades más aisladas hasta las personas que asisten a los salones de moda más renombrados del mundo. Lo que indica que sigue siendo una de las principales materias primas del multimillonario mercado textil, así como un usuario habitual de la industria de insumos agrícolas.

Por poner algún ejemplo, basta señalar que es uno de los cultivos que más insumos agrícolas consume, se estima que utiliza alrededor del 25% de los insecticidas y 4% de del fertilizante nitrogenado empleado en el mundo. A esto se suma el impacto ambiental que tiene en diversos aspectos. Según el Fondo Mundial para la Naturaleza, se utilizan cerca de 20,000 litros de agua para producir 1 kilogramo de algodón, cantidad requerida para producir una camiseta y un par de jeans; o bien, la contaminación que genera el teñido y la toxicidad de los colorantes sintéticos.

Según el más reciente informe “Algodón: mercados y comercio mundial, publicado por el Departamento de Agricultura de los Estados Unidos, durante el ciclo 2022/23 la producción mundial alcanzó 25,844 miles de toneladas, de las que China, India, Brasil y Estados Unidos concentraron el 72%. El cultivo del algodón orgánico se ha convertido en las últimas décadas, en una alternativa sustentable para la generación de la fibra, sin embargo, su participación es todavía incipiente, se calcula que apenas representa alrededor de 1% de la oferta mundial de algodón.

En lo que se refiere a las importaciones mundiales, se estima que en el transcurso del ciclo 2022/23, se registró una cifra de 8,087 miles de toneladas, de las que China, Bangladesh, Vietnam, Turquía y Paquistán, concentraron cerca del 75%. La importación y la distribución del algodón a lo largo del mundo, depende de la ubicación de las fábricas de hilados, que a menudo también se encuentran cerca de las industrias textiles y de la confección. En el caso de China, la demanda de algodón se estabilizó hace aproximadamente 13 años, debido a las regulaciones laborales y ambientales de carácter más estricto y al aumento de los costos por el trabajo. Esto originó que muchas de estas industrias se trasladaron a Vietnam y Bangladesh, países que han constatado un aumento en su capacidad de hilado en el transcurso de la última década.

Con información SIAP

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