Agricultura

Alimentación y agricultura sostenibles

Para ser sostenible, la agricultura debe satisfacer las necesidades de las generaciones presentes y futuras, y al mismo tiempo garantizar la rentabilidad, la salud ambiental, y la equidad social y económica.

Redacción La Campiña
MÉXICO.- Un principio de sostenibilidad para la alimentación y la agricultura es aumentar la productividad, el empleo y el valor añadido en los sistemas de alimentación y proteger e impulsar los recursos naturales.

A nivel mundial los hábitos alimentarios poco saludables siguen siendo uno de los principales factores que contribuyen a la carga mundial de morbilidad.

De igual manera, los impactos ambientales de la producción agrícola son una fuente de morbilidad y mortalidad.

¿Qué dice la FAO de las dietas sostenibles?

Son aquellas que generan un impacto ambiental reducido y que contribuyen a la seguridad alimentaria y nutricional y a que las generaciones actuales y futuras lleven una vida saludable.

Además protegen y respetan la biodiversidad y los ecosistemas, son culturalmente aceptables, accesibles, económicamente justas y asequibles y nutricionalmente adecuadas, inocuas y saludables, y optimizan los recursos naturales y humanos.

Para ser sostenible, la agricultura debe satisfacer las necesidades de las generaciones presentes y futuras, y al mismo tiempo garantizar la rentabilidad, la salud ambiental, y la equidad social y económica.

La alimentación y la agricultura sostenibles contribuyen a los cuatro pilares de la seguridad alimentaria —la disponibilidad, el acceso, la utilización y la estabilidad— y a las tres dimensiones de la sostenibilidad —ambiental, social y económica.

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5 principios de sostenibilidad en los sistemas de producción

  1. Aumentar la productividad, el empleo y el valor añadido en los sistemas de alimentación.
  2. Proteger e impulsar los recursos naturales.
  3. Mejorar los medios de subsistencia y fomentar el crecimiento económico sostenible.
  4. Potenciar la resiliencia de las personas, de las comunidades y de los ecosistemas.
  5. Adaptar la gobernanza a los nuevos retos.

Conoce los principios rectores de las dietas saludables sostenibles

  1. Comienzan en los primeros años de vida con la iniciación temprana del lactancia materna, la lactancia maternal exclusiva hasta los 6 meses de vida y continuada hasta los dos años o más, combinada con una alimentación complementaria adecuada.
  2. Se basan en una gran variedad de alimentos no procesados o mínimamente procesados, que representan de forma balanceada todos los grupos de alimentos, con restricciones en cuanto a comidas y bebidas altamente procesadas.
  3. Incluyen cereales integrales, frutos secos así como frutas y verduras variadas en abundancia.
  4. Pueden incluir huevos, productos lácteos, aves y pescados en cantidades moderadas así como carnes 3 rojas en pequeñas porciones.
  5. Incluyen agua potable limpia y segura como líquido de preferencia.
  6. Son adecuadas, es decir, satisfacen pero no exceden las necesidades de energía y nutrientes para el crecimiento y el desarrollo, cubriendo los requerimientos para una vida activa y saludable a lo largo del ciclo de vida.
  7. Son consistentes con las recomendaciones de la Organización Mundial de la Salud dirigidas a reducir los riesgos de enfermedades no transmisibles relacionadas con la alimentación y asegurar la salud y el bienestar de la población.
  8. Contienen niveles mínimos (o de ser posible ningún contenido) de patógenos, toxinas o cualquier otro agente que pueda causar enfermedades transmitidas por los alimentos.
  9. Mantienen dentro de los límites establecidos las emisiones de gases de efecto invernadero, el uso de la tierra y el agua, la aplicación de nitrógeno y fósforo, al igual que la contaminación química.
  10. Preservan la biodiversidad, incluyendo la relacionada con los cultivos, la ganadería, los alimentos derivados de los bosques y los recursos genéticos acuáticos, y evitan la caza y la pesca excesivas.
  11. Minimizan el uso de antibióticos y hormonas en la producción de alimentos.
  12. Reducen el uso de plásticos y sus derivados en el empaque de alimentos.
  13. Reducen la pérdida y el desperdicio de alimentos.
  14. Se basan en el respeto a la cultura local, prácticas culinarias, conocimientos y patrones de consumo, al igual que en los valores sobre las maneras cómo se obtienen, producen y consumen los alimentos.
  15. Son accesibles y deseables.
  16. Evitan repercusiones negativas relacionadas con el género, especialmente en lo que tiene que ver con la distribución del tiempo (por ejemplo tiempo dedicado a la compra y preparación de los alimentos, así como a la adquisición de agua o combustible).

Fuente: FAO.

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