Necesaria, conservación y aprovechamiento sostenible de maíces pigmentados
Los maíces pigmentados (azul, rojo, guinda) contienen antocianinas y compuestos fenólicos, que determinan el color del grano de maíz e inciden en actividades antioxidantes
MÉXICO.- De acuerdo a las proyecciones del crecimiento de la población mundial, para que haya abasto suficiente de alimentos y se alcance el segundo Objetivo de Desarrollo Sostenible (ODS), que es acabar con el hambre en 2030, se necesitará producir más alimentos, por lo tanto, el sistema alimentario mundial tiene un papel central en el logro de dicho objetivo y los principales cultivos básicos como el maíz, deben producirse de manera sostenible y contribuir a la salud y el bienestar humano.
En México, al ser centro de origen y domesticación del maíz, existe gran diversidad de tipos de maíz que se han adaptado a condiciones ambientales y socioculturales específicas; dicha diversidad se demuestra por las 64 razas de maíz descritas y presentes en México. Las numerosas variedades de maíces nativos se utilizan para elaborar, además de la tortilla, una gran cantidad de preparaciones culinarias tradicionales, lo que hace del maíz uno de los elementos fundamentales de la cocina nacional; estos maíces son aún el sustento de miles de familias rurales mexicanas. Además, los maíces pigmentados (azul, rojo, guinda) contienen antocianinas y compuestos fenólicos, que determinan el color del grano de maíz e inciden en la actividad antioxidante que contrarresta a los radicales libres responsables de causar la oxidación de membrana y daño al ADN desencadenando el cáncer, problemas cardiovasculares, fibrosis y envejecimiento.
Maíces rojos, el tesoro escondido de San Francisco Totimehuacán
La conservación de las variedades locales de maíz es extremadamente importante porque contienen la mayor parte de la diversidad genética de este cultivo y, por lo tanto, son vitales para superar los desafíos actuales y futuros para la producción de maíz. Estas variedades, tienen un papel importante en el mejoramiento genético; deben ser caracterizadas para su manejo y aprovechamiento eficiente como fuente de diversidad genética, para tolerancia a diversos tipos de estrés biótico y abiótico. La producción de maíz es altamente dependiente de la variabilidad interanual de la lluvia, y la sequía representa un riesgo importante para su producción a nivel nacional.
En el CENID Agricultura Familiar se trabaja con la caracterización morfológica de poblaciones nativas de maíz pigmentado, con el objetivo de evaluar la diversidad genética y el potencial de rendimiento, para generar alternativas que mejoren la producción y disponibilidad de maíz en condiciones de temporal deficiente y suelos degradados con bajo contenido de materia orgánica. El impacto de la diversidad genética presente en las poblaciones avaladas, se observa en la capacidad de respuesta de dichas poblaciones al ser evaluadas en regiones semiáridas, lo anterior, de gran relevancia para productores de maíz, por la disponibilidad de germoplasma con potencial de rendimiento, bajo dichas condiciones. Del germoplasma evaluado, poblaciones representativas de las razas Bofo, Cónico y Cónico Norteño han expresado rendimiento de hasta 3.5 t ha-1 en condiciones de temporal deficiente y suelos degradados.
La gestión sostenible de la diversidad genética de las poblaciones locales de maíz por parte de los agricultores dentro de los sistemas agrícolas tradicionales, permite que evolucionen en su área original de distribución bajo selección de los mismos agricultores y factores ambientales específicos.