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Películas mexicanas que tratan sobre las problemáticas del campo

Estas películas ya se han convertido en clásicos de la cinematografía nacional

Redacción La Campiña

MÉXICO.- El tema de los problemas del campo, de los campesinos, de las comunidades indígenas, de los pescadores, ha sido un motivo recurrente de la producción cinematográfica en México. Aquí te presentamos algunas de ellas, que incluso, se han convertido en clásicos:

  • Redes (1934): codirigida por el austriaco Fred Zinnemann y el mexicano Emilio Gómez Muriel. La película -de acuerdo a la filmoteca de la UNAM- está basada en hechos reales que describen la historia de las precarias condiciones en las que vivían y laboraban los pescadores del municipio de Nuschimango, Veracruz, quienes cansados de las largas jornadas de más de 10 horas y de su bajo salario, deciden rebelarse. Fue producida por la Secretaría de Educación Pública, en lo que puede considerarse la primera producción estatal. Destaca el hecho de que fue musicalizada por Silvestre Revueltas, el músico del nacionalismo.

  • Janitzio (1934): dirigida por Carlos Navarro. Presenta la problemática de los pescadores de origen tarasco para aprovechar los nutridos caladeros que por tradición les corresponden a los nativos de la isla de Janitzio. Cuando la compañía que compra el pescado a los lugareños abarata notablemente los precios, provoca una revuelta que origina que el protagonista, Sirahuén, sea encarcelado. Esta obra se considera que inaugura el indigenismo en el cine sonoro.

  • Cascabel (1976): dirigida por Raúl Araiza. Narra las vicisitudes de un director de teatro que prioriza la libertad creativa y la satisfacción personal por encima del dinero. Cuando le ofrecen dirigir un documental sobre la vida de la comunidad lacandona, financiado con recursos públicos, enfrenta la  censura y su trabajo es condicionado de tal forma, que tiene que suprimir la red de corrupción e injusticias sociales que sufre esta comunidad.
Imagen: Imcine
  • Etnocidio: notas sobre el mezquital (1977): documental dirigido por Paul Leduc. Muestra la condición de los otomíes en el Valle del Mezquital, Hidalgo, caracterizada por el desequilibrio en el ecosistema social y natural. El documental es presentado en una serie de capítulos que van de la A a la Z.

  • Río Escondido (1948): dirigida por Emilio Fernández. Relata el drama que tiene que enfrentar una recién maestra de primaria, cuando es enviada a una zona rural y tiene que desafiar los atropellos del cacique del pueblo que controla el agua. La clásica escena en la que el niño llega a la escuela en estado de ebriedad y cae al suelo, porque sólo pueden beber pulque en lugar de agua, indica el nivel de conflicto entre la comunidad y el tirano.

La rosa blanca (1961): dirigida por Roberto Gavaldón. Describe las tropelías e injusticias que realiza una compañía petrolera norteamericana en complicidad con las autoridades locales para adueñarse de la finca La Rosa Blanca, que es rica en yacimientos del hidrocarburo.

  • Y dios la llamó tierra (1961): dirigida por Carlos Toussaint. Esta obra refiere las contrariedades de un ingeniero agrónomo que, en representación del gobierno federal, llega a un pueblo de Veracruz con la misión de llevar la reforma agraria cardenista. Con ayuda de un respetado jerarca campesino, logra imponerse contra el cacicazgo y la corrupción tan arraigados en la región.

  • La epopeya del camino (1942): dirigida por Francisco Elías. Detallar la historia de un arriero, que en aras de mejorar las condiciones de la comunidad de la región, en particular de los campesinos que enfrentan el problema de la comercialización de sus cosechas, decide vender sus mulas para comprar un camión. La cinta nos muestra un territorio mexicano que carecía de carreteras, así como zonas rurales que tenían enormes prejuicios sobre el uso de estos transportes.

  • El extensionista (1991): dirigida por Juan Fernando Pérez Gavilán. El filme explica las diversas problemáticas que enfrentaba el campo nacional: falta de crédito, semillas, fertilizantes y educación; condiciones que además se complican con la corrupción de autoridades, organismos y el cacique. La llegada del ingeniero agrónomo (extensionista), que en un principio es rechazado por la comunidad, abre la posibilidad para un cambio. Es importante señalar, que la película está basada en la obra de teatro del mismo nombre, que fue escrita por Felipe Santander, quien primero se graduó como ingeniero agrónomo por la desaparecida Escuela Superior de Agricultura Hermanos Escobar (ESAHE), en Chihuahua. La obra de teatro se presentó por más de diez años en el Teatro de la Juventud.

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