Cempasúchil, planta de sanidad y limpieza espiritual
Aunque su nombre correcto, que proviene de la lengua náhuatl, es sempoalxóchitl, que significa flor de 20 pétalos, se ha popularizado hasta su aceptación como cempasúchil
MÉXICO.- Octubre es una de las temporadas más fascinantes del año en México: sus campos se pintan de amarillo y un aroma peculiar sobresale de los mercados, las casas y negocios. Es la presencia de la flor de cempasúchil, que llega a tiempo para adornar una de las tradiciones más representativas de México y da aviso de que las lluvias están por terminar.
Aunque su nombre correcto, que proviene de la lengua náhuatl, es sempoalxóchitl, que significa flor de 20 pétalos, se ha popularizado hasta su aceptación como cempasúchil.
Esta maravillosa flor es originaria de México y su nombre científico es tagetes patula, la cual cuenta con 55 especies que se distribuyen desde el suroeste de Estados Unidos hasta Argentina, de las cuales 30 son nativas de México. Por la cantidad y diversidad en el país, México es considerado el centro de evolución de este género.
De acuerdo al Instituto de Ecología, las especies varían en tamaño desde los 10 centímetros y alcanzan hasta los 2 metros de altura. Aunque tiene múltiples beneficios medicinales, sus flores y hojas sirven como repelente contra algunos insectos y frecuentemente se siembra en huertos para controlar las plagas.
Conocida como planta de sanidad y limpieza espiritual por algunas creencias, es consumida en determinados rituales. También es usada como símbolo del amanecer. En la época prehispánica, los mexicas asimilaban el color amarillo de esta flor con el sol, por ello, la utilizaban en los altares, ofrendas y entierros dedicados a sus muertos.
Esta icónica flor, también se utiliza para obtener colorante natural para teñir objetos, prendas o alimentos, en la avicultura suele utilizarse para alimentar a las aves con el fin de que su piel y la yema de los huevos aumenten su coloración amarilla, también es la materia prima para elaborar cervezas artesanales, nieves o un buen pulque.
La tradición marca hacer senderos con pétalos de cempasúchil, desde la entrada principal hasta el altar de la casa con la finalidad de guiar a las almas al banquete dispuesto en su honor.