Abandono al campo, una problemática global
Los albaricoques caen al suelo en Italia porque nadie quiere cosecharlos
MÉXICO.- La falta de mano de obra es cada vez más grave no solamente en México y distintas regiones de Latinoamérica, otras partes del mundo también están siendo afectadas por el abandono al campo.
Ejemplo de ello es el productor italiano Vincenzo Favale, empresario agrícola de la localidad de Montalbano Jonico, provincia de Matera, quien tiene 25 hectáreas plantadas de frutas de hueso incluidos albaricoques, melocotones y nectarinas, pero no se da a basto para la cosecha.
Todos los días me veo obligado a decidir qué parcela de albaricoques abandonar, ya que la mano de obra de la que dispongo no es suficiente para cubrir toda la superficie plantada”.
Y es que se estima que en el sector agropecuario faltan 100 mil temporeros en Italia, además los problemas de mano de obra en los sectores de turismo, industria, construcción y servicios.
Tiene 45 trabajadores contratados en la cosecha de la fruta de hueso, pero necesitaría al menos otros 30 para garantizar dos rondas de cosecha para cada cultivo.
Favale señala que mientras que los empresarios buscan personal para mantener a flote su empresa, mucha gente tiene la oportunidad de quedarse en casa “disfrutando” de las prestaciones que les otorga el Estado.
“En las últimas semanas me he puesto en contacto con decenas de personas para ofrecerles un contrato de trabajo inmediato y una retribución neta de 45 euros/día por 6 horas y 40 minutos de trabajo. Muchos de ellos me han comentado que son beneficiarios del subsidio conocido como el Ingreso Mínimo Vital y, por lo tanto, no quieren venir a trabajar, porque sería antieconómico”.
Mientras tanto, con el calor las producciones de albaricoques se están solapando, generando así una importante necesidad de mano de obra, por lo que lamenta que el trabajo de todo un año se caiga pues al momento de cosechar no hay suficiente gente para recolectar la fruta.
El productor señaló que esperaban que los cientos de trabajadores involucrados en los campos de fresas, una vez finalizada la campaña, estuvieran dispuestos a trasladarse a otras fincas de la región para recolectar la fruta de hueso, pero no fue así.
El problema es que, pensando en salvar lo que se pueda salvar (…). Mientras tanto, mis albaricoques siguen cayendo al suelo”, menciona mientras aguarda mano de obra que quiera recolectar la fruta.
* Con información de Fresh Plaza