Pan de Zacatlán, 35 años llevando el sabor de la Sierra Norte al Centro Histórico de Puebla
"Sería muy importante que la técnica para elaborar estas piezas lograra el reconocimiento de Patrimonio Cultural"
PUEBLA, MÉXICO.- El local de la casona marcada con el número 402 de la calle 4 Oriente, en el Centro Histórico, lleva resguardando por más de tres décadas una de las valiosas recetas de Puebla: el pan de queso de Zacatlán, cuyo proceso artesanal está en miras a ser declarado Patrimonio Cultural del Estado.
Cuenta la historia que la receta original de este típico pan fue transmitida hace más de 100 años por un sacerdote francés a un panadero de la localidad, quien se encargó de hacerlo en el pueblo, otros panaderos lo replicaron, y desde entonces se ha convertido en referente del Pueblo Mágico.
En la capital del estado, estos sabores están representados por la reconocida Panadería Pan de Zacatlán, abierta el 18 de febrero de 1987 por la inquietud del señor Eduardo Gómez Oropeza, de acercar a la ciudad estos sabores.
Dueño y fundador de la panadería, Don Eduardo señala que es un gran compromiso resguardar la historia y tradición de este alimento que, aunque no se realiza en el pueblo, mantiene los sabores y calidad.
En entrevista con LA CAMPIÑA, el panadero de oficio narró que comenzó con la elaboración hace casi 40 años, cuando el artesano panadero Manuel Sánchez León, quien trabajaba en una de las mejores panaderías Zacatlán, le enseñó a hacerlos.
Después tomó cursos de panadería, pastelería, repostería, de levadura y así fue personalizando las receta con ingredientes de primera calidad, la misma receta que continúa preparando hasta ahora.
Por dos años comercializó las piezas de manera informal en la actual Ciudad de México, donde nació pese a que toda su familia es de este estado; pero el destino lo devolvió a Puebla y, tras aprovechar una oportunidad, logró establecerse en el local donde ha permanecido por 35 años, en el corazón de la capital poblana.
Buscan que proceso artesanal de pan de queso de Zacatlán sea patrimonio cultural
Entre las variedades de piezas que ofrece están la almohada, la picada, la burra o el muerto, todos rellenos de queso y endulzando los paladares de todo aquél que lo prueba.
Rápidamente creció el gusto de los locales y turistas por sus panes, de hecho ha realizado envíos de estas especialidades a otras partes de la república mexicana y del mundo como Estados Unidos, algunos países de Europa e incluso África.
Conservar las masas antiguas es lo primordial en cuanto a la preparación de cada uno de los panes, señaló Gómez Oropeza, aunque hay otro ingrediente igual de importante que no logra comprarse a ningún precio en ninguna tienda: el cariño con que se prepara.
Yo creo que lo más importante del pan es mantener la tradición de las masas antiguas, masas madres; y sobre todo hacerlo con el cariño que se debe de tratar al pan de queso y a la tradición de Zacatlán, porque es una gran tradición”.
Eduardo Gómez señala que sería muy importante que la técnica para elaborar estas piezas lograra el reconocimiento de Patrimonio Cultural del estado, aunque también es un gran compromiso de los artesanos que los hornean.
Es muy importante y un gran compromiso para todos que este pan relleno con queso esté clasificado como Patrimonio, es muy bueno y para mí es muy importante”.
Aunque aún no se define si el proceso artesanal del pan de queso de Zacatlán será denominado como Patrimonio Cultural del Estado, el pasado fin de semana se llevó a cabo un foro abierto de consulta para conocer su valor cultural.