Algo que debes saber de los llamados “superalimentos”
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PUEBLA, MÉXICO.- El consumo de “superalimentos” que aseguran hacernos cada vez más saludables además de prometer ser un remedio a innumerables enfermedades, ha ido cada vez más en aumento en todo el mundo, especialmente en un contexto como la actual pandemia de Covid-19, donde adquiere aún más relevancia tener un sistema inmunológico fortalecido.
No obstante, especialistas advierten sobre comer este tipo de alimentos que aseguran dotar al cuerpo humano de mayores bondades, ya que podrían tratarse de mitos alimentarios creados por empresas de marketing y replicados en medios de comunicación, los cuales crecen cada día a falta de verificación de información.
Al ser un concepto relativamente nuevo, todavía no existe una definición precisa de una fuente fiable, aunque la investigadora Cristina Bressel Larrú señala en su “Análisis crítico sobre los ‘supuestos’ beneficios de los superalimentos”, que se consideran así aquellas comidas naturales –principalmente frutas, plantas y semillas– sin elementos añadidos a las que, además de poseer los nutrientes propios de su especie, se les atribuyen otras características beneficiosas para mejora la calidad de vida de las personas al enriquecer su dieta.
Algunos ejemplos de estos alimentos podrían ser las bayas de golji, alga de chlorella, la chía o la quinua, que si bien contienen propiedades como antioxidantes, vitaminas, minerales, fibra o proteínas, la catalogación se “superalimento” no es más que de una “moda actual producto de una sociedad que interpreta erróneamente el conocimiento científico o que lo reemplaza por creencias populares”, como indica Bressel Larrú.
Sobre el mismo tema, Lourdes Silva Fernández, directora de la Facultad de Nutrición de la UPAEP, señala que es importante dejar a un lado los mitos que siguen presentes en la sociedad de que el consumir determinados alimentos evita contraer enfermedades, cuando en realidad “no existe ningún alimento que tenga ese poder de evitar que las personas se enfermen”.
Lo que sí consideró es que “la naturaleza es muy sabia” y proporciona los alimentos con los nutrientes que la gente necesita por temporada, por lo que en cada periodo del año podemos encontrar grandes variedades de frutas. En el caso del invierno, por ejemplo, la gente puede consumir mandarinas, guayabas, limas, naranjas y piña, todas estas frutas ricas en vitamina C que ayudan a fortalecer el sistema inmunológico.
Aunque no existe un alimento “mágico” que cure enfermedades o las evite por completo, es cierto que una dieta variada y completa es indispensable para gozar de una buena salud, comiendo de todos los grupos de alimentos, tomando en cuenta que una alimentación saludable o equilibrada es “aquella que aporta todos los nutrientes esenciales y la energía que cada persona necesita para mantenerse sano”, de acuerdo con la Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO).
Ésta, continuó la especialista, debe incluir a todos los grupos de alimentos, como frutas, verduras o cereales, y cuando hablamos de cereales no nos referimos a aquellos empaquetados, sino al pan, tortilla, pastas y todos los alimentos que están compuesto a base de granos; además de leguminosas, algunos productos de origen animal y el consumo suficiente de agua, que es esencial.