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Una agricultura sin glifosato no sólo es posible sino necesaria

Magdiel Olano

MÉXICO.- Cambiar la noción de que las plantas, hierbas y hongos que crecen alrededor de los cultivos son “malas”, sería uno de los primeros pasos para avanzar en aplicación de prácticas sustentables y eliminar el uso de agroquímicos como el glifosato, herbicida catalogado como posible cancerígeno, en las siembras de maíz en México.

Así lo aseguró el académico de la Universidad Veracruzana Miguel Ángel Escandón Aguilar, quien señaló que el concepto de “malas hierbas” y el uso de pesticidas químicos en los cultivos, sólo se puede entender desde una lógica de muerte y no en función de una lógica de vida.

En conferencia de prensa para anunciar la más reciente investigación de Greenpeace México Agricultura sin glifosato. Alternativas para una transición agroecológica (https://bit.ly/3CV1YbR), el especialista señaló que se realizó un análisis exhaustivo del porqué la aplicación del decreto presidencial sobre la prohibición progresiva del glifosato y la prohibición del maíz transgénico hacia 2024, que entró en vigor el primero de enero de este 2021, es constitucional, posible y legítimo.

A nueve meses de que el gobierno mexicano publicó en el Diario Oficial de la Federación (DOF), la medida ha enfrentado 26 amparos promovidos por la agroindustria y existencias de acuerdos comerciales internacionales como el Tratado México, Estados Unidos, Canadá (T-MEC) y la supuesta violación a sus lineamientos, como argumentos usados por quienes buscan anularlo.

Escandón Aguilar señaló que existen al menos dos puntos de partida para pensar en estrategias de producción sustentables. La primera de ellas sería cambiar la noción negativa que se tiene de las arbencias, estas plantas que crecen alrededor de las siembras, principalmente de maíz, pues con la intención de eliminarlas se han utilizado agrotóxicos que terminan por afectar los alimentos, otros tipos de vida animal y también a los seres humanos al consumirlas.

OPORTUNIDAD PARA MEJORAR EL SUELO

A propósito del Día Nacional de Maíz, propuesto por iniciativa ciudadana a conmemorarse este 29 de septiembre, señaló que en el estudio realizado por Greenpeace México se analizan las posibilidades de que las arbencias sean un oportunidad para mejorar los suelos, pues indican la presencia de fertilidad.

“El planteamiento de este documento va más allá de simplemente dar recetas de cómo eliminar las arbencias, si no nos traslada a un concepto de manejo integrado (…). En la medida que está cubierta vegetal permita el reciclaje de la materia orgánica tendremos suelos fértiles y dependeremos menos consumos externos”.

El segundo punto de partida sería pensar en la diversidad biológica con la que cuenta México, la cual se puede entender desde tres niveles: diferentes escalas de producción agraria, sus diferentes tipos de agrosistemas y sobre todo la diversidad de percepciones culturales que existen en su población sobre la alimentación.

“Lo que intentamos es plasmar las diferentes alternativas que existen tanto considerando las escalas de producción, los diferentes tipos de agroecosistemas y considerando la voz de las personas que están produciendo en este país sin el uso de agrotóxicos”.

La falta de datos precisos de cuánto glifosato se estaba usando hasta antes del decreto presidencial, han evitado que se tenga una proyección certera sobre cuándo se podría avanzar en la eliminación de este agroquímico; no obstante se sabe que el 78 por ciento de las solicitudes de importación de glifosato a México se han negado.

El especialista señaló que desde hace muchos años existen prácticas sustentables para producir alimentos sin la necesidad de introducir sustancias químicas entre ellas los policultivos y la integración animal, estrategias de producción donde “el bienestar de las personas, recursos naturales y la agro biodiversidad se anteponga a los intereses económicos”.

Dijo que se ha documentado que la sustitución paulatina de estos agroquímicos por prácticas sustentables a base de bioinsumos no reducen el potencial productivo, sino que lo mantiene e incluso puede mejorar.

A DESTACAR

De acuerdo con datos de la Secretaría de Agricultura y Desarrollo Rural (Sader), la productividad promedio de maíz a nivel mundial es de 5.4 toneladas por hectárea, en México es de 3.4 toneladas de maíz por hectárea.

Se conoce de algunos casos de éxito que luego de una transición hacia prácticas agroecológicas han logrado aumentar la productividadba 6.4 toneladas por hectáreas y una más a 14.28 toneladas por hectárea.

EL APUNTE

Miguel Ángel Escandón exhortó tanto grandes como a pequeños productores en analizar mudar a una estrategia agroecológica que aportará mayor beneficio a las plantaciones, mejorará la calidad de los alimentos, y resguardada las variedades nativas de maíz criollo que existen en México.

“Una invitación a los medianos y grandes productores que se asomen a estas experiencias y habrá la posibilidad para hacer esta transición agroecológica con prácticas sustentables”.

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