Adultos mayores en el campo, con alto grado de vulnerabilidad
PUEBLA, MÉXICO.- Desyerbando en medio del campo, entre sembradíos de flores, a sus casi 70 años se encuentra don Cruz trabajando desde temprano, antes de que los rayos del sol hayan logrado calentar el frío clima.
Hoy su esfuerzo no se queda en sus propios cultivos, donde suele sembrar principalmente garbanzos, cilantro y calabaza; mientras su esposa asiste al mercado del pueblo a vender lo que han cosechado juntos, la falta de recursos lo anima a continuar la jornada en campos de flores de nube y alelí, en San Pedro Cholula.
“Ahorita estoy trabajando aquí, pero yo no trabajo la flor, yo no soy el dueño de la flor (…). Es una manera más para sobrevivir porque ya no es igual como antes, hay que buscar la manera”, comenta con cuchillo en mano mientras quita la hierba.
Don Cruz es uno de los más de 16 millones de trabajadoras del sector rural en el país, de los cuales el 10 por ciento tiene entre 75 y 85 años, de acuerdo con datos del Instituto Nacional de Estadística y Geografía (INEGI).
Los trabajadores del campo son el grupo económicamente activo de mayor edad, es decir, que se mantienen trabajando hasta los 70 años, lo que se explica en gran medida por la falta de un sistema de pensiones adecuado para el campo.
El fruto de los años invertidos en la labor campesina de este matrimonio, sacó adelante a sus tres hijos, quienes lograron inscribirse a la universidad; dejando atrás la ayuda que solían dar a sus padres, ahora se dedican a sus profesiones.
Aunque el cuerpo y manos de este campesino de la tercera edad estén cansadas por tantos años invertidos en la tierra, es la necesidad la que lo obliga a continuar e incluso conseguir un segundo empleo.
“Para tener centavos. Muchos por eso buscan ya de otros trabajos, fábricas, para tener más economía (…). Que nos deje mientras se pueda sobrevivir la vida”, expresa.
PANORAMA COMPLEJO
Los trabajadores del sector rural se encuentran en una situación de alta vulnerabilidad a causa de los bajos ingresos que obtienen y de las carencias sociales que padecen; reproducen una dinámica de pobreza y falta de acceso a derechos fundamentales.
Estadísticas indican que el 45 por ciento de los trabajadores del campo son subordinados, el 37.1 por ciento trabaja por cuenta propia, el 12.6 por ciento son trabajadores sin sueldo y tan solo el 5.3 por ciento son empleadores.
En este panorama, a inicios de semana fue presentada en la Cámara de Diputados una iniciativa de reformas a la Ley del Seguro Social para que sea otorgada una pensión de retiro a los adultos mayores que trabajan en el sector rural.
La iniciativa para la creación del Fondo de Pensión Rural fue presentada por diputados de Movimiento Ciudadano y fue turnada a la Comisión de Seguridad Social para su análisis.
El Fondo de Pensión Rural se definiría como un instrumento de seguridad social universal en beneficio de los trabajadores del campo, que sería administrado por el Instituto Mexicano del Seguro Social.
“Será en beneficio de todos los trabajadores del campo que cumplan con los requisitos de retiro por edad o cesantía en edad avanzada en los términos de la Ley de Seguridad Social, e independiente de otros programas sociales a cargo del Ejecutivo Federal, las entidades federativas y los municipios”, dicta la iniciativa a la Cámara de Diputados.